El peronismo de Mendoza fijó para el 24 de abril sus elecciones internas para renovar autoridades partidarias. La fecha es el marco temporal para el reordenamiento que se está dando en el partido que acaba de dejar el poder provincial a la cabeza del Frente para la Victoria al final de un ciclo electoral nefasto para la fuerza en los últimos dos años.
El peronismo mendocino designó sin elecciones a Francisco Pérez y Carlos Ciurca, como presidente y vice, a finales de 2014, con las elecciones provinciales y nacionales como objetivos supremos de la agrupación. Lejos de conseguir una mejora en las urnas respecto a la derrota de 2013, bajo la conducción de Pérez y Ciurca el peronismo mendocino perdió todo lo que disputó.
El sector Naranja, de Ciurca, que había conseguido el dominio de la interna gracias a unas elecciones partidarias parciales que le resultaron favorables, fue arrasado de los sitiales de poder que dominaba. Ninguno de los intendentes sobrevivientes a la catástrofe peronista es ciurquista.
Al Partido Justicialista le quedaron seis intendentes de los doce que tuvo en los últimos cuatro años, mientras que la fuerza legislativa propia perdió peso al punto de ser incapaz de impedir la celebración de una sesión o de clausurar una votación tanto en el Senado como en Diputados. Solamente podría con el número de legisladores propios bloquear iniciativas que impliquen endeudamiento.
Con los naranjas golpeados y el exgobernador abatido por el resultado de la gestión, el futuro del peronismo depende en primera instancia de cómo resuelva su interna el sector azul, que era comandado por Juan Carlos Chueco Mazzón hasta su muerte, en junio pasado.
En la reconstrucción que se impone en el peronismo de Mendoza, el sector azul debe redefinir liderazgos y tal vez realineamientos debido a la acefalía que resultó de la muerte del fundador y único líder en la historia del conglomerado clásico de la interna peronista mendocina. En esa parte del complejo tablero del peronismo mendocino, Giménez tomó distancia del candidato derrotado por Alfredo Cornejo, Adolfo Bermejo, otro dirigente representativo en las lides que conducía Mazzón.
La interna de los azules se completa con la tunuyanina Patricia Fadel, quien asumió en la Legislatura después de dejar su cargo en el directorio del Banco Nación. Por fuera del sector azul, también quedó en pie la formación de los hermanos Omar y Emir Félix, ex y actual intendente de San Rafael. El abanico del PJ local en grandes trazos se completa con el kirchnerismo, que tiene en La Cámpora su fuerza más importante. También contiene este espacio al diputado nacional Guillermo Carmona.
En la interna se pondrán en juego todos los cargos partidarios. Las autoridades del partido y los representantes en los Consejos de la Provincia y los Municipios y en el Congreso nacional del PJ.
