El ministro de Energía, Juan José Aranguren, estimó que antes de fin de año se firmará nuevo Acuerdo Federal Minero entre la nación y las provincias. Ya se están negociando entre las partes los términos finales del pacto que establecerá el marco de condiciones para la actividad.
El gobierno de Mauricio Macri contempla la expansión de la minería, una meta imposible sin la inyección de capitales extranjeros. Y para eso, el negocio deber ser rentable y seguro. El presidente benefició a los empresarios mineros no bien asumió el poder con la eliminación de las retenciones a las exportaciones de minerales, sin que la medida generara nuevas inversiones ni nuevos puestos de trabajo.
La confección de un nuevo acuerdo minero nacional busca unificar criterios entre los gobiernos provinciales y la nación frente a la actividad. Mientras se activa la discusión oficial por los términos de un acuerdo destinado a promover la minería, es creciente el rechazo al modelo extrativista en diversos ámbitos de la sociedad sobre la convicción de que no hay megaminería no contaminante.
Dos derrames tóxicos de la Barrick en la mina Veladero de San Juan en un año y la detección en la cordillera de esa provincia de un basurero de una minera que opera en Chile fortalecieron los argumentos para la intransigencia de los antimineros al mismo tiempo que ayudaron al crecimiento cuantitativo de la resistencia.
Sin reparos en la oposición a la minería, Aranguren anunció este jueves que "la Nación y las provincias tenemos la responsabilidad de establecer las condiciones que permitan que la industria responsable se radique en la Argentina”,
El ministro expuso su discurso al cierre de un evento, que duró dos días, en el que participaron representantes de las 23 provincias, legisladores nacionales y de las cámaras empresarias del sector, en la Casa de Gobierno.
El ministro explicó que "se dieron los primeros pasos hacia un nuevo acuerdo al definir los temas a consensuar que deben formar parte de una política de Estado” con el compromiso de la Nación y de las provincias de “lograrlo en los próximos dos meses, antes de fin de año”.
En las tres jornadas la discusión primaria fue el temario que guiará el desarrollo del Acuerdo, el cual recibió varias modificaciones respecto a la propuesta inicial del Gobierno, y permitió consensuar el prólogo que dará lugar a los 39 puntos que ahora serán motivo de debate en las próximas semanas.
La tarea requerirá armonizar la preservación ambiental, la política impositiva, los controles desde la Nación y las provincias, la renta producto de la actividad y la responsabilidad comunitaria, mediante un intercambio de propuestas que se desarrollará hasta la realización de la próxima reunión del Cofemin.
Al dirigirse a los representantes provinciales y nacionales que tienen a su cargo la negociación del acuerdo, Aranguren planteó que el presidente Mauricio Macri “está muy ansioso” por lograr esta herramienta “lo más rápido posible, porque el país y la sociedad requieren un trabajo diligente para lograr las condiciones de generar mas trabajo y reducir los niveles de pobreza”.
El ministro planteó, en ese mismo sentido, que el sector minero “puede discutir la renta, pero antes se deben decidir las condiciones por las cuales se quieren transformar los recursos en reservas, en producción y en riqueza para los argentinos”.
Respecto al objetivo de lograr un Nuevo Acuerdo Federal Minero, Aranguren dijo que este debate “no es reeditar nada de lo que se hizo en 1992”, que derivó en julio de 1993 en la sanción legislativa de un acuerdo sectorial, sino que hoy “se busca generar las condiciones para el desarrollo de una industria de forma responsable y generar más puestos de trabajo, más riqueza para el país”.
El titular de la cartera nacional advirtió que “desarrollar los recursos mineros no tiene otra forma que hacerlo bien”, lo que implica “controlar adecuadamente las explotaciones mineras, castigar a aquel que por falta de control o por una viveza mal entendida transforma al sector en algo que la sociedad no quiere y no puede aceptar”.
En ese mismo sentido, planteó que la nueva minería argentina tiene que “transformar o correr de lado a quien no se puede acomodar a una explotación responsable de un recurso que no es renovable”.
Si bien no hizo explícita su referencia al caso de la mina sanjuanina Veladero que sufrió distintos accidentes de seguridad ambiental, Aranguren al ser consultado por la prensa dijo que el futuro del proyecto “es decisión de la provincia de San Juan”, pero expresó que analizó con el gobernador Sergio Uñac “un accionar conjunto que tiende a ir preservando no sólo el recurso sino la posibilidad de desarrollar una actividad minera de forma responsable”.
A su turno, el secretario de Minería, Daniel Meilán, quien encabezo las tres jornadas de reuniones en Buenos Aires, explicó que la relación de la Nación con las provincias “estaba tan oxidada que era muy difícil la comunicación y demandó los primeros meses de gestión y cinco reuniones el poder sentar a todos los representantes en estas tres jornadas de trabajo”.
La tarea del Nuevo Acuerdo Federal Minero es “conciliar los intereses de la Nación y los de las provincias mediante un instrumento que permita la sustentabilidad del sector para al menos los próximos 30 años”.
Meilán sostuvo que se trata de ir avanzando “sin perder de vista nunca que la única manera de lograr esto es con diálogo federal y consenso”. Y agregó: “se ha trabajado muchos años a espaldas de las provincias, por lo que ya era hora de que nos diéramos vuelta y volviéramos a actuar juntos”.