Violencia institucional

Tres policías de una comisaría con historial de abusos fueron denunciados tras la muerte de un preso quemado en un calabozo

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Jonathan Bogado, la víctima de un incendio en un calabozo.

Tres policías de la comisaría 14 de General Alvear fueron denunciados en la justicia penal tras la muerte de un hombre que murió por un incendio que se produjo en el calabozo donde estaba detenido. En la comisaría había siete uniformados, pero sólo tres son investigados por la Inspección General de Seguridad.

Jonathan Bogado (41) fue aprehendido el viernes 28 de junio y trasladado a la comisaría 14ª. A la madrugada siguiente , un incendio se generó en el calabozo donde estaba el detenido, generándole quemaduras graves, una agonía de casi una semana, y su muerte.

La versión oficial aseguró que las llamas se generaron en un cigarrillo que fumaba la víctima y que, al este quedarse dormido, incendió el colchón de la celda. La familia de Bogado descree de esa especie y denunció que los policías tuvieron algo que ver en el hecho.

Bogado primero fue trasladado para su asistencia al hospital Enfermeros Argentinos, de Alvear, luego al Schestakow, de San Rafael y finalmente derivado al Lagomaggiore, que se especializa en quemados.

Una comisaría con historia de violencia policial

La Comisaría 14 tiene un largo historial de abusos denunciados por familiares de víctimas y organizaciones sociales.

Policías que se desempeñaban allí estuvieron implicados en la dudosa muerte de Gabriel Franco en 2014, en la ejecución extra sumarial de Andrés Sosa por parte del oficial Pablo Colilaff y en el ensañamiento contra jóvenes de barrios pobres de la zona.

También protagonizó reiterados maltratos y detenciones "por averiguación de antecedentes" contra niños y jóvenes murgueros de Alvear en 2016.

La APDH pidió al ministro de Seguridad que cesen las detenciones “por averiguación de antecedentes” contra murgueros de Alvear

"Me lo dieron quemado"

La madre de la víctima aseguró en FM Viñas: "Llamé a la policía y les expliqué, porque siempre se lo han llevado 'tomado', se le pasaba y al otro día me lo largaban; pero esta vez me lo dieron quemado. Él no se quemó, ellos me lo quemaron".

Añadió: "No me van a venir a decir que se quedó dormido con un cigarrillo, es mentira, porque la manera en la que él está quemado no es así, tiene afectado los dos brazos, las manos, la mitad de las piernas, la parte íntima y la cara. A los policías les dije que eso no era por el incendio del colchón, eso se lo hicieron ellos, yo le vi una marca como si le hubieran puesto algo entre el cuello y el lado de la cara".

 

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