Cristina Fernández llegó a Rosario para encabezar el acto oficial por el Día de la Bandera. Desde ahí se refirió a la coyuntura política agitada por el fallo de la Corte contra la Ley de Reforma del Consejo de la Magistratura.
"En 2015 yo quiero ser jueza y no de la Corte, de primera instancia", dijo la mandataria poniendo el grito en el cielo por el poder que tienen los magistrados para frenar y anular decisiones del Parlamento y el Ejecutivo.
"Las ventajas de ser juez son interminable", se quejó después de enumerar que los magistrados "no pagan ganancias, no los conoce nadie, pueden viajar por el mundo sin que nadie les diga nada".
Cristina Fernández empezó el discurso destacando la pujanza de Rosario y la relación directa con el modelo de país que encarna el kirchnerismo. "Desde el helicóptero no se ve el Monumento a la Bandera por la cantidad de edificios que se han levantado", le dedicó a la intendente Mónica Fein.
En el momento de referirse a Manuel Belgrano, lo calificó como un "político incorrecto".
Luego pasó a la coyuntura. Remarcó que en democracia los ciudadanos son decisivos para la que sucede, porque no se puede echar las culpas al gobierno, como en la dictadura. Y de inmediato pronunció una queja por la declaración de inconstitucionalidad de la Corte sobre la Ley de Reforma del Consejo de la Magistratura, negando la elección popular de sus integrantes.
"No sería extraño que venga una cautelar que nos impida votar legisladores y presidente", chicaneó la Presidenta desde es escenario de Rosario. En otro tramo del discurso, resaltó el valor de la voluntad popular frente a la negativa de la Corte a negar el voto ciudadano a la elección de consejeros de la Magistratura.
"Qué oportunidad se han perdido de encabezar un proceso de cambio como el que produjo Néstor Kirchner en el 2003", les dedicó a los seis jueces de la Corte que votaron contra la Reforma del Consejo de la Magistratura.
Y luego le facturó a la Justicia responsabilidad en la falta de seguridad y la propagación del narcotráfico. "No se trata de una cuestión de derecho constitucional, es el derecho a tener una vida mejor por parte de los 40 millones de argentinos, por eso me voy a seguir jugando", remató sobre la cuestión con los jueces.
"Cuando uno toca determinados poderes, viene el vuelto. Estoy dispuesta a aguantar todo lo que venga... mi compromiso es con la historia, con el pueblo y con los que dieron la vida por vivir en un país mejor", remarcó.
La mandataria describió que las potencias mundiales de hoy no necesitan ejércitos para llevarse las riquezas de los países, como en Argentina, porque encuentran dirigentes locales que hacen el trabajo.
"Si hoy estuviera Manuel Belgrano ¿A quién apoyaría?", preguntó Cristina induciendo que Belgrano sería auspiciante del modelo nacional.
Cristina Fernandez llegó a Rosario acompañada del ex gobernador de la provincia Jorge Obeid para encabezar el acto por el Día de la Bandera.
La jefa de Estado rendió homenaje al general Manuel Belgrano, creador del emblema nacional y uno de los artífices de la Independencia, al cumplirse 193 años de su muerte.
El acto comenzó a las 12.30 frente al histórico Monumento Nacional a la enseña patria de esa ciudad, ubicado en la costanera del río Paraná, donde Belgrano enarboló la bandera por primera vez el 27 de febrero de 1812.
Tras la entonación del Himno Nacional y una invocación religiosa a cargo del arzobispo de Rosario, monseñor José Luis Mollaghan, dieron sus discursos la intendenta de Rosario, Mónica Fein, y la Presidenta. A la ceremonia asistió el vicegobernador de Santa Fe, Jorge Henn, debido a que el gobernador Antonio Bonfatti participará en Nueva York de la sesión del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas, junto al canciller Héctor Timerman.
