Tarcisio Pietro Evasio Bertone, el guía del poder en las sombras en el Vaticano, es el gran elector del papa que viene

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Es el secretario de Estado de la Iglesia y el sucesor interino del Sumo Pontífece durante la transición hacia el mando de un nuevo jefe. Con la fidelidad de los cardenales nombrados por Benedicto XVI, está enfrentado a su antecesor en el cargo: Angelo Sodano, quien mantiene influencia determinante sobre la curia.

Tarcisio Bertone y Joseph Ratzinger, en 2006, cuando el papa nombró al salesiano como secretario de Estado del Vaticano. Foto: Archivo - Diario La Nación
Tarcisio Bertone y Joseph Ratzinger, en 2006, cuando el papa nombró al salesiano como secretario de Estado del Vaticano. Foto: Archivo - Diario La Nación

 

Piamontés, nacido el 2 de diciembre de 1934 en Romano Canavese, cerca de Turín, quinto de ocho hijos, Tarcisio Pietro Evasio Bertone fue ordenado sacerdote en 1960. Estudió Teología y Derecho Canónico -enseñó Teología Moral y Derecho Público Eclesiástico, entre otras materias- y en 1989 fue electo rector magnífico de la Universidad Salesiana.

En 1991, Juan Pablo II lo designó arzobispo de Vercelli, y tras nombrarlo arzobispo de Génova en diciembre de 2002, lo creó cardenal en el consistorio de octubre de 2003.

En Turín ingresó al noviciado de los salesianos, orden en la cual hizo su profesión como sacerdote en 1960.

Quienes lo conocen dicen que es un amante de los deportes, especialmente el fútbol, e hincha del Juventus. La leyenda asegura que mantiene un balón bajo el escritorio en sus oficinas del Vaticano.

Consagrado obispo en 1991, fue en 1995 que tuvo un encuentro que marcó profundamente su vida: Juan Pablo II lo designó como Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe (la antigua Inquisición), encabezada entonces por Joseph Ratzinger. Allí estrecharían una gran amistad.

Bertone, un prelado muy simpático, querido por los fieles, tifosi del Juventus y famoso por comentar por radio partidos de fútbol es antes que todo dentro del Vaticano un hombre de suma confianza del papa Ratzinger,

Ya como Benedicto XVI, el alemán nombró a Bertone Secretario de Estado de Ciudad del Vaticano.

En 2007 llegó el espaldarazo definitivo: fue designado Camarlengo, el funcionario de la corte papal que se encarga de administrar los bienes terrenales de la Santa Sede y a quien corresponde determinar formalmente la muerte del Papa, en un ritual que involucra llamar al Pontífice tres veces por su nombre y luego darle un leve golpe en la cabeza.

En su calidad de Camarlengo, Tarcisio Bertone se hará cargo del Vaticano a partir del momento en que Benedicto XVI renuncie oficialmente -el próximo 28 de febrero- hasta que un nuevo Papa sea elegido.

También será quien organice el cónclave y presida la sala. Nada mal para alguien a quien, no hace mucho, algunos daban con los días contados dentro de la corte papal.

Juegos de poder

En lo que varios especialistas coinciden es que las fichas para elegir al nuevo Papa ya se están moviendo.

Algunos creen que el juego ya estaba en marcha incluso antes de que Benedicto XVI anunciara su renuncia. Entre ellos se encuentra el periodista Eric Frattini, autor de "Los cuervos del Vaticano", quien decía que Ratzinger había descuidado la "maquinaria de gobierno" y vaticinaba una "guerra atroz" en un futuro cónclave entre cardenales italianos y extranjeros.

El especialista mexicano Bernardo Barranco no habla de una guerra atroz pero sí de una "lucha muy intensa" por la sucesión papal entre los grupos en pugna que existen al interior del Vaticano. Lucha que -indicó en el programa radial Aristegui Noticias- se ha agudizado con el escándalo de la pederastia.

¿Cuales son esos grupos en pugna dentro del colegio cardenalicio? Tanto Frattini como Barranco coinciden en que son dos:

El encabezado por Bertone, quien tendría la lealtad de los cardenales -en su mayoría europeos- designados durante el papado de Benedicto XVI.

El otro bando, según Frattini, es el de los "diplomáticos" y estaría liderado por el anterior secretario de Estado del Vaticano, Angelo Sodano.

Barranco ve a Angelo Solano como un integrante de la"vieja guardia política" del Juan Pablo II (de quien fue su Camarlengo), y quien ha criticado al actual pontífice por lo que considera un manejo inadecuado de los casos de pederastia.

La animadversión entre ambos es tal, que en las columnas de diarios italianos que siguen los chismes de pasillo del Vaticano se ha mencionado que Solano, en un gesto de desprecio, tardó 16 meses en desalojar sus oficinas en la Santa Sede para permitir el ingreso de Bertone.

Tarsicio Bertone "tiene un enemigo dentro del Vaticano que es Angelo Sodano", refrendó para BBC Mundo Daniel Álvarez,  téologo y profesor de religiones de la Universidad Internacional de la Florida.

Un papa en el nombre de Tarsicio

Aunque los expertos concuerdan en que Bertone tendrá un gran peso en la elección de un nuevo pontífice –en especial por su influencia sobre los cardenales nuevos- pocos creen que él mismo tenga la oportunidad de sentarse en la silla de Pedro.

"Hizo muchos enemigos dentro de la Curia. Quizá gente de afuera (del Vaticano) estaría dispuesto a nombrarlo para que continuara con la labor de reforma", agrega Daniel Álvarez.

En el pasado, sólo tres Camarlengos han sido elegidos pontífices: Inocencio VII en 1404, León XIII en 1878 y Pio XII en 1939.

Pero más que el que no haya una tradición, es lo controvertido de la figura de Bertone (amén de que ya tiene 78 años) lo que lo convierte en un poco probable Papa.

"Algunos lo miraban como 'el malo' pero otros lo veían como la mano derecha del Papa. Muchas personas pensaban que era la persona que el Papa estaba usando para hacer el trabajo de limpieza, por lo tanto incurrió en la ira de ciertos elementos que no quieren que eso cambie, que no quieren que alguien venga a cambiar la cultura institucional que está muy arraigada dentro del Vaticano", explica Álvarez.

En los últimos años, su nombre apareció en innumerables titulares de prensa y no siempre con buen cariz.

Fue relacionado en las revelaciones de Vatileaks, las investigaciones del IOR (popularmente conocido como el Banco del Vaticano) y en cenas con altos políticos italianos en las que algunos veían un fuerte apoyo a Silvio Berlusconi, el controvertido exprimer ministro italiano.

Fue entonces que en la prensa italiana se auguró su destitución. Eran tan fuertes los rumores que el propio Benedicto XVI tuvo que salir tres veces a confirmar su confianza en su mano derecha. Pero logró mantenerse.

Para Daniel Álvarez "el problema de Bertone es que no sabemos el poder que realmente tiene porque él ha quemado puentes con las facciones, ciertas facciones de Vaticano que se resisten a cambios estructurales".

Si embargo, Eric Frattini cree que "desde 2006 hasta ahora, la maquinaria del Vaticano ha estado controlada por él".

De lo que pocos dudan es que será decisivo en la elección del próximo pontífice, en la que, además, hay un elemento inédito en los últimos 600 años: desde las sombras, la agobiada pero lúcida figura de Joseph Ratzinger estará observando.

Detractor de El Código Da Vinci

La figura de Bertone apareció muchas veces en los diarios, en los últimos años, por sus duras críticas a "El Código Da Vinci", de Dan Brown, uno de los libros más vendidos del mundo. Así se convirtió en el primer alto prelado de la Iglesia Católica en lanzarse en una cruzada en su contra. Si bien evitó identificar la posición de la Santa Sede con un boicot, desaconsejó claramente su lectura, al definirla como "una novela intencionadamente anticristiana".

Fuentes: BBC Mundo (principal) y La Nación

 

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