
La confirmación de un acuerdo entre la administración de Javier Milei y el Tesoro de Estados Unidos, encabezado por Scott Bessent, sacudió el tablero económico y geopolítico argentino. El intercambio de divisas por hasta 40.000 millones de dólares fue leído como un salvataje para sostener las reservas del Banco Central. Pero la contrapartida excede lo monetario: supone una alineación estratégica con Washington y una cesión de soberanía sobre recursos críticos.
El segundo mandato de Cornejo selló la impronta pro minera con un fuerte avance legal en beneficio de las empresas, a la vez que aceitó mecanismos de persecución de la protesta
El uranio, junto con el litio y las tierras raras, aparece como pieza central en la disputa global por los minerales estratégicos. Mendoza tiene dos reservorios de ese mineral que hoy está en auge: Corcovo en Malargüe y Sierra Pintada, en San Rafael.
En ese sentido, el gobierno de Alfredo Cornejo dio en los últimos meses pasos clave: no sólo ablandó leyes y reglas para atraer inversiones -la nueva Ley de Regalías es un paso clave en ese sentido- sino que viajó a cuanto foro internacional o cumbre empresaria existiese para promocionar los beneficios fiscales del subsuelo de Mendoza.
Cornejo ofreció los minerales y las reglas blandas de Mendoza en los Emiratos Árabes
La mirada internacional sobre el subsuelo argentino
A pedido de Donald Trump, Milei solicitó al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) una misión técnica para evaluar la infraestructura y los planes de producción de uranio. El vicepresidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA),
Luis Rovere, habló de un “renacimiento de la minería de uranio” en un acto con funcionarios y expertos internacionales.
China y Estados Unidos se disputan el acceso a los minerales estratégicos argentinos, mientras el canciller Pablo Quirno subrayó que la presencia de Milei en reuniones internacionales “impacta en la atracción de inversiones” y exige “estar ahí todo el tiempo”.
"Estamos yendo con la valijita a vender la Argentina"
Pablo Quirno destacó que la presencia de Javier Milei en reuniones "tiene un impacto para acoger inversiones" y dijo que para que las negociaciones se concreten, "hay que estar ahí todo el tiempo". pic.twitter.com/XAZRT48ELf
— Corta (@somoscorta) November 10, 2025
Mendoza, epicentro del uranio
El yacimiento Sierra Pintada, en San Rafael, concentra unas 10.000 toneladas de uranio, superando incluso a proyectos patagónicos como Cerro Solo (Chubut) y Amarillo Grande (Río Negro). Operado históricamente por la CNEA, abasteció durante más de dos décadas a las centrales nucleares Atucha I y Embalse.
Hoy, el yacimiento está paralizado por falta de inversiones y rechazo social a su impacto ambiental. Sin embargo, su inclusión en el Presupuesto 2026, con una asignación inicial de 71.000 millones de pesos, marca el inicio de un camino hacia su reactivación. El gobernador Alfredo Cornejo posee la llave política y legal, dado que la Constitución Nacional otorga a las provincias la titularidad de los recursos.

Corcovo: la nueva apuesta
En Malargüe, el Proyecto Corcovo emerge como actor en el tablero energético global. Con beneficios fiscales y licitaciones blandas promovidas por el oficialismo provincial, busca explorar y eventualmente explotar uranio en unas 20.000 hectáreas de la Cuenca Neuquina, prolongación de la formación Vaca Muerta bajo suelo mendocino.
Antecedentes y proyección
Desde el descubrimiento de los primeros depósitos en Mendoza en 1946, Argentina produjo unas 2600 toneladas de uranio hasta 1997, cuando cesó la actividad en Sierra Pintada y comenzó a importar. Hoy, tanto la CNEA como empresas privadas impulsan proyectos de exploración en distintas regiones, en un contexto global de creciente demanda por energía nuclear como fuente limpia y segura.

Soberanía en disputa
El potencial uranífero de Mendoza, Chubut y Río Negro podría garantizar autonomía energética para el país. Sin embargo, el acuerdo con Estados Unidos abre un campo de batalla geopolítico: la supuesta prioridad para firmas norteamericanas en futuras licitaciones refuerza la estrategia de Washington de asegurar minerales críticos fuera de la órbita china. El uranio argentino, pieza clave en esa estrategia, se convierte así en un recurso disputado, donde economía, política y soberanía se entrelazan en un juego de poder global.

