Los docentes mendocinos y el gobierno de Alfredo Cornejo inician este viernes la primera paritaria del ámbito estatal con viento en contra para la relación entre el elenco recién llegado a la administración y la dirigencia gremial. El antecedente nacional fijado por la negociación del ámbito educativo bonaerense es el rechazo gremial a una propuesta oficial inferior al 25% y a cumplir en tres tramos, con un 4% de suba inmediata.
En Mendoza, el director Jaime Correa dijo por los medios que piensan incluir un ítem salarial para los maestros que están al frente del aula, en perjuicio de los que cuentan con cambio de funciones o licencias. El SUTE no aceptará esa movida.
La primera reunión en Mendoza está convocada en la Subsecretaría de Trabajo a las 16 del viernes. No habrá acuerdo. Y el Gobierno tendrá el control temporal de la próxima reunión. Este medio supo que los dirigentes docentes encabezados por el secretario general del SUTE, Adrián Mateluna, esperarán la propuesta oficial antes de plantarse en un porcentaje de negociación.
En las asambleas de educadores previas al inicio de la paritaria imperó una exigencia: que la suba salarial sea proporcional al aumento del costo de vida. Sin INDEC y con una administración sin responsabilidades sobre la inflación hasta diciembre, la referencia no puede menos que ser discutible sea planteada por cualquiera de las dos partes en pugna.
Hasta que la oferta estatal no supere el 25% de incremento para un cargo con 10 años de antigüedad, el caso testigo de las paritarias docentes, los representantes paritarios del SUTE ni siquiera aceptarán llevar la propuesta a las bases.
El mecanismo establecido por la organización gremial es uno de los más democráticos del sindicalismo de la Provincia. Los maestros discuten en sus escuelas, después lo hacen los delegados en los departamentos y finalmente el cónclave provincial de representantes le da el último tratamiento a la oferta oficial antes de ser aceptada o rechazada. En el último caso, se anexa a las decisiones las medidas de fuerza.
Mateluna advirtió que no van a empezar las clases si el gobierno no presenta una propuesta aceptable una semana antes de la fecha establecida para el inicio, el 29 de febrero. La administración radical desconfía de la conducción del SUTE por su identificación con el kirchnerismo. Cornejo no es ajeno a la interna del SUTE. La viceministra de Educación, Emma Cunnietti con su grupo político dentro de la actividad educativa fue factor importante para las protestas del gremio durante los gobiernos peronistas de Celso Jaque y Francisco Pérez. Ese armado tendría que jugar a bajar las expectativas de las asambleas de los docentes en el proceso paritario si funciona el plan oficial.
Cornejo no descarta romper la paritaria con un decreto en el caso de que se radicalice el conflicto a punto de no comenzar las clases, pero antes apostará a convencer a los docentes de que voten en las asambleas del SUTE apartados de la línea que baje la conducción gremial. La negociación está por empezar.