El gobernador Alfredo Cornejo anunció que dará el aumento salarial a los educadores por decreto, luego de corroborar que la protesta de los docentes perdió fuerza. Al finalizar la manifestación convocada por el SUTE en la explanada de la Casa de Gobierno y con las cifras de acatamiento del paro en las escuelas públicas y privadas, el mandatario comunicó a la prensa que no seguirá discutiendo en paritarias.
La decisión fue largamente anticipada por los medios por sugerencia de funcionarios relacionados al área educativa e incluso por los legisladores de Cambiemos, pero recién fue corroborada por Cornejo cuando estuvieron en su poder los datos de la repercusión de las medidas de fuerza convocadas por el SUTE tras el rechazo a la última propuesta oficial, presentada el martes en la Subsecretaría de Trabajo.
"Hemos agotado todas las instancias, lo vamos a sacar por decreto. Es un decreto que tiene que pasar por varios lugares antes de efectivizarse y lo queremos tener listo antes de que esté la liquidación de sueldos", dijo el gobernador en la siesta de este jueves. Es la primera vez en la última década que la recomposición salarial de los educadores no se acuerda en la meda paritaria.
Cornejo apostó a debilitar la convocatoria a medidas de fuerza con el descuento del día a los docentes que se pliegan a las paros y a atiborrar los medios pautados por el gobierno de propaganda contra los actores de la educación y su representación sindical.
La estrategia le redituó en la coyuntura, ya que este jueves tanto el paro como la movilización tuvieron menos participación de los educadores que las mismas medidas ejecutadas el 29 de febrero, cuando se iniciaron formalmente las clases.
De todas formas, aunque mermada, las medidas de fuerza tuvieron gran repercusión al punto de que en las escuelas públicas prácticamente no hubo alumnos. En este aspecto fracasó Jaime Correas, director general de Escuelas, quien lideró una campaña mediática para enfrentar a los padres de los alumnos con los docentes. Incluso llamó a mandar a los niños a las escuelas y denunciar en la Justicia a los docentes que pararan. No tuvo éxito en ese plan.
La merma en la convocatoria del segundo paro con movilización contra Cornejo de los educadores y la caída de la paritaria no implican el final del conflicto entre el gobierno y los educadores. Esto porque la pérdida del nivel convocante de las protestas se debe más al temor del descuento de los días de paro e incluso que se extienda a la Educación la ola de despidos que encararon los gobiernos nacional y provincial desde el 10 de diciembre que a una convicción sobre la conveniencia del aumento decretado por el Gobierno.
El SUTE tiene hacia adelante el desafío de buscar una forma de manifestar el nivel de conflicto que evada los elementos extorsivos sobre los trabajadores a los que apeló Cornejo para desinflar las clásicas medidas: paro y movilización. El gremio de los educadores mendocinos ha contado con el acompañamiento de ATE Educación, rama gremial con la que mantiene un enfrentamiento sórdido, y de la Central de los Trabajadores Argentinos, que lidera el docente Gustavo Correa, además del gremio de los docentes privados (SADOP). Al mismo tiempo, el conflicto de Mendoza tiene vuelo nacional, ya que los sindicatos bonaerenses de la Educación y los estatales a nivel país están decididamente a disposición de los locales.