Con cuatro testimonios se retomaron esta semana las audiencias del IV Juicio de Lesa Humanidad en Mendoza, entre los cuales la mayoría apunta a la indiferencia de los funcionarios judiciales a la hora de dar curso a pedidos judiciales por los militantes secuestrados por los represores.
En su domicilio declaró Margarita Bisone sobre su hermano Horacio, desaparecido, mientras que el martes fue el turno de León Glogowski, Juan Carlos Yanzón y Raúl Carlos Torres ante el tribunal de la causa.
Glogowski relató la detención ilegal sufrida el 28 de agosto de 1975 junto a Luz Faingold (quien declaró la semana pasada) y María Susana Liggera.
“Esa noche comenzó un calvario que terminó seis años después”, expresó León al relatar el momento en el que los tres militantes fueran violentamente detenidos y trasladados al D2. Para entonces León militaba en el Frente Antimperialista del Socialismo (FAS), simpatizaba con el Poder Obrero y era delegado de la Facultad de Medicina.
En cuanto al D2, Glogowsky detalló sobre el trato inhumano, el robo de pertenencias, la tortura y la discriminación religiosa que padeció junto a los demás presos políticos. “Para peor escuché cuando Luz pedía socorro para que no la violaran… esa misma noche me torturaron con picana”, expresó el testigo sumando su testimonio a la denuncia sobre los sistemáticos abusos sexuales cometidos en el D2.
A los días, Glogowsky fue llevado al Juzgado Federal donde fue interrogado por el ex juez Luis Miret. “Entre los papeles que me exhibía me mostró una carta que le había escrito a Luz”, expresó el testigo y recordó que denunció ante el magistrado lo padecido por Faingold.
Sobre aquella exposición – refrendada por Miret y Romano- el testigo recordó que “lo único que me preguntaban era si yo había visto algo” y agregó: “La sensación que retengo de ese momento es que ‘si no lo viste entonces no pasó nada”, expresó el testigo al describir la indiferencia con la que fue tomada su declaración y la consecuente falta de investigación sobre lo denunciado.
Posteriormente, Glogowsky fue trasladado al Pabellón V del Penal Provincial, donde según su relato “las condiciones fueron empeorando”. En septiembre de 1975, fue violentamente trasladado a La Plata donde permaneció tres años. “Allí primaba el castigo físico, de hecho Marcos Ibáñez murió en una de estas golpizas”, recordó León.
En el año 1979 fue trasladado a la cárcel de Caseros donde la tortura psicológica era sistemática.
“Había tres categorías que eran usadas para enfrentarnos entre nosotros: los recuperados, que colaboraron con las fuerzas; los recuperables, que estaban en proceso; y los irrecuperables, que fue la categoría con la que tuve el honor de salir”, finalizó León, quien para julio de 1981 recuperó la libertad bajo vigilancia y en abril de 1982 se exilió a Francia.
Detenido junto a su padre
El segundo testimonio fue realizado por Juan Carlos Yanzón, oriundo de San Juan. Tras radicarse en Mendoza, sufrió un allanamiento ilegal en su domicilio, el 27 de agosto de 1975. En este operativo quedó detenido junto a su padre Blas Armando Yanzón, a su primo Ismael Calvo, y un militar retirado que trabajaba como fletero en la fábrica de Blas, de apellido Cisterna.
El militante del Sindicato de Ceramistas fue trasladado al D2, donde permaneció atado y vendado durante seis días.
“Podíamos hablar de celda a celda y por eso supe de otros compañeros que fueron torturados con picana y que todas las compañeras fueron violadas”, afirmó Yanzón.
La situación de aislamiento y sometimiento descripta por el testigo fue el vaticinio de lo que posteriormente se potenció en el D2 tras producirse el golpe cívico militar.
En cautiverio, el testigo recordó haber recibido la visita del ex juez Miret con quien se volvió a encontrar en el Juzgado Federal. “En esa declaración referí sobre los golpes y la tortura en el D2”, expresó el testigo que lo cual fue condenado a seis años de prisión por falta a la Ley 20840.
Cumplió esta condena en parte el Penal Provincial y posteriormente en La Plata. Sobre su cautiverio en el Penal, el testigo señaló a los ex oficiales Bianchi, Linares y Bonafede como responsables de las golpizas sufridas por los presos políticos. Finalmente, Yanzón quedó a disposición de Poder Ejecutivo Nacional (PEN) bajo libertad vigilada.
“El objetivo planteado por la represión no se cumplió porque los pueblos se rehacen en sus posibilidades de reclamar sus derechos y esa es la responsabilidad histórica que tienen para construir una sociedad justa”, cerró el testigo dirigiendo sus palabras a los integrantes del Tribunal.
Bancario y militante del PRT
El tercer testimonio de la jornada fue brindado por Pedro Julio Torres Silva, detenido el 28 de septiembre de 1975 por fuerzas policiales que lo trasladaron a la Comisaría 3º de Capital donde fue violentamente interrogado por portar documentos con una identidad falsa.
Para entonces, Torres trabajaba en el Banco de Previsión Social y era militante del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). El testigo recordó que los oficiales de la comisaría eran los mismos que prestaban guardia en el Banco.
Al día siguiente fue presentado ante el ex juez Guzzo y, al abstenerse a declarar, fue trasladado a la Penitenciaría Provincial condenado a cinco años de prisión. Sobre este punto identificó a los ex oficiales Bianchi y Linares, sobre quienes expresó: “eran muy verdugos en el trato con los presos políticos”.
Torres cumplió su condena en la cárcel de La Plata y Caseros. Durante su cautiverio en la U9 de La Plata fue interrogado por Petra Recabarren que oficiaba de abogado defensor. “En lugar de defenderme, me culpaba”, recordó el testigo sobre el accionar del exmagistrado.
Torres recuperó su libertad en septiembre de1980 y posteriormente se exilió a Suecia hasta retornar al país en 1984.
Tras este testimonio, los integrantes del Tribunal solicitaron un cuarto intermedio hasta la próxima semana. De esta manera, la etapa testimonial reanuda el lunes 27 y martes 28 de abril a las 9.30 hs con los testimonios de Hugo Tomini, Mirte Granik, Dora Demarinis, Luz Casenabe, Julio Rojas y Prudencio Mochi, entre otros.
Fuente: Ministerio de Desarrollo Social