Alfredo Cornejo negociará con Carlos Melconián, designado presidente del Banco Nación, una refinanciación de la deuda de Mendoza en mejores condiciones que las otorgadas por la actual administración del banco a Francisco Pérez. El gobernador electo de Mendoza hubiese preferido otro interlocutor, pero consumada la designación del ortodoxo Melconián el intendente de Godoy Cruz le encargó a su equipo ponderar los aspectos técnicos del plan de financiamiento que le llevará al economista que surgió en la década del '70 bajo el ala de Domingo Felipe Cavallo.
Mendoza acumuló 2.200 millones de pesos de deuda con el Banco Nación mientras la entidad, que actúa como agente financiero de la Provincia, en una operatoria de préstamos salvavidas para que Pérez pudiese pagar sueldos y atender urgencias de la gestión, que está terminando con un descalabro de las cuentas y la administración en general.
Cornejo le pedirá a Melconián que los 2.200 millones de deuda se los financie en cinco años con uno de gracia y a tasa preferencial. "La línea técnica del Banco entendió los argumentos que expusimos, necesitamos una decisión política", le dijo Cornejo a Explícito. A cambio, ofrecerá que su gestión en materia financiera sea controlada por la entidad estatal de la nación.
En la misma negociación se incluirá la conformidad del nuevo gobierno de Mendoza para que la entidad estatal nacional continúe siendo la caja de los fondos públicos provinciales por cinco años más. El gobernador electo de Mendoza concederá -si Melconián se lo pide- que el Banco o un consultor a cuenta de la entidad auditen su administración.
El directorio del kirchnerismo, que tenía entre sus filas a la mendocina Patricia Fadel, otorgó un año de plazo para devolver la deuda y tres meses de gracia. Cornejo entiende que no se puede pagar en esas condiciones sin afectar la efectividad de la gestión.
En otro orden, el electo apura la emisión de un título y una letra para sus primeras horas en el Sillón de San Martín. Con esas herramientas (plata prestada) planea Cornejo pagar los sueldos de diciembre, además del aguinaldo, de los estatales y regularizar las deudas con los proveedores, quienes harán cola para cobrar con un bono a plazo y tasas no anunciadas aún.
Pérez volverá a tener problemas para pagar los salarios en la última oportunidad que le toque cumplir con ese objeto antes de entregar la banda y el bastón distintivos del jefe del Gobierno de Mendoza.
El gobernador electo tiene a favor que el presidente electo Mauricio Macri lo considera uno de los interlocutores principales con el radicalismo que secundó al Pro en la alianza electoral Cambiemos.
Al bajarse de la política Ernesto Sanz, el arquitecto del alineamiento radical con Macri, el presidente electo ha elegido a los radicales que gobiernan como enlaces con el radicalismo, que está acéfalo hasta que se reúna a elegir al sucesor del senador nacional mendocino que tiene mandato como presidente del Comité Nacional hasta diciembre.