Un incidente entre dirigentes de ATE y un automovilista en Colón y 9 de Julio monopolizó la atención mediática de la jornada de protesta del arco completo de los gremios estatales de Mendoza. El efecto de la jornada tiene potencial para marcar reglas de la nueva configuración de las relaciones de los gremios con el gobierno que asumirá el 9 de diciembre.
Ante las cámaras, un conductor se bajó de su auto con un caño en la mano y la emprendió contra manifestantes que lo agredieron en represalia porque tocó con su coche a un compañero que protestaba contra el atraso en el pago de los salarios inscripto en la crisis política terminal con la que llegó el gobernador Francisco Pérez al ocaso de su mandato. La cara con sangre del joven conductor ganó el espacio mediático destinado a la jornada de protesta de los estatales desplazando a los reclamos que motivaron el paro y la movilización.
[youtube]f_n8ObtAdRg[/youtube]Los estatales (ATE, AMPROS, SITEA y otros) protestaron por el escalonamiento en el pago de los salarios y porque no se cumplieron los acuerdos firmados en la paritaria. Por la demora en el depósito de los sueldos también pararon y marcharon los docentes nucleados en el SUTE. La protesta apareció dividida en respuesta a la matriz que se configuró en los ocho años de gestión peronista en Mendoza, cuando el gremio de los educadores rompió con el resto del denominado frente de gremios estatales porque la plana mayor del sindicato, con Gustavo Maure a la cabeza, se alineó con el oficialismo en la nación y la provincia.
