El radical Alfredo Cornejo anunció que el peronista Francisco Pérez firmó un decreto para llevar el boleto mínimo de los micros del Gran Mendoza a $6. El electo hizo una conferencia de prensa un día antes de asumir para blanquear un trascendido al que accedió en el final de la transición: para levantar las medidas de los empresarios y choferes del transporte público, Pérez firmó el aumento de la tarifa, que era uno de los motivos por los que los dueños de los micros nucleados en AUTAM y los choferes representados por el SIPEMON, de Rodolfo Calcagni presionaron dejando a los pasajeros sin servicio nocturno con la amenaza de no trabajar en todo el día.
El gobernador electo se manifestó indignado contra la medida adoptada en las sombras por Pérez, con quien comenzó la transición sentado en la mesa de su casa con un desayuno de por medio y terminó con acusaciones de los peores vicios cuando no delitos al frente de la administración.
Los dueños de los micros y los choferes fueron en los últimos 12 años privilegiados de lujo en la recepción de subsidios de la Nación y la Provincia, sin los cuales no sería el SIPEMON uno de los gremios mejor tratados en las paritarias y AUTAM la representación de empresarios millonarios con rentabilidad asegurada por contrato con el Estado más allá de la sustabilidad genuina del servicio.
Pérez fue abiertamente apretado por la entidad empresaria y la gremial para aumentar la tarifa y recortar beneficios a sectores que cuentan con descuentos para viajar en el sistema público de transporte. El gobernador dejará el sillón de San Martín sin haber cumplido una promesa del primer día de su administración: la instalación de la tarjeta SUBE. En ese punto también sucumbió a las presiones empresariales y de la política que no quiso perderse el manejo de la caja recaudadora de los boletos de micros.
Unos días atrás, el designado ministro de Hacienda de Cornejo, Martín Kerchner, había explicado que los aumentos de tarifa se tratarían luego de que normalizara el pago de salarios y a los proveedores del Estado. Incluso, el futuro funcionario advirtió que les pedirían a los prestadores de servicio la misma paciencia que les habían tenido a los gobiernos de los peronistas Celso Jaque y Pérez.
