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Uno de los dos policías bonaerenses baleados en la madrugada de este jueves corre riesgos de muerte, mientras su compañera está fuera de peligro, pero con una grave lesión en una pierna. Los hermanos Martín y Cristian Lanatta con Víctor Schillaci son acusados del ataque a los uniformados que estaban a cargo de un control caminero en la localidad de Ranchos, en Buenos Aires.
Fernando Pengsawath, uno de los policías que fueron baleados en la madrugada del jueves por los prófugos de la cárcel de General Alvear, lucha por su vida. Según el parte médico brindado por las autoridades de la clínica Fitz Roy, ubicada en el barrio porteño de Villa Crespo, el suboficial, de 22 años, se encuentra internado en terapia intensiva con "pronóstico reservado".
Durante el ataque ocurrido en la ruta provincial 20, a la altura de la ciudad de Ranchos, Pengsawath recibió un disparo en el abdomen. Fue intervenido en un hospital de Chascomús y luego trasladado a la Capital.
"Lo recibimos ya intervenido y va a quedar en terapia intensiva. Tiene pronóstico reservado. Todavía no sabemos cómo puede evolucionar", informó Marcelo Schieber, subdirector de la Clínica Fitz Roy.
A ese centro médico también fue derivada la sargento Angelina Lucrecia Yudati, de 33 años, quien sufrió heridas en el tobillo izquierdo y en el pie derecho durante el ataque de los prófugos. Se encuentra estable y su vida no corre peligro.
"Las heridas de la mujer son en el tobillo izquierdo que hay que reconstruir y en el pie derecho", señaló Schieber.
Al dar el parte médico, Schieber sostuvo que los dos policías baleados por los prófugos del triple crimen permanecerán en la unidad de terapia intensiva "por lo menos hasta el lunes".
Pengsawath fue quien detuvo esta madrugada a la camioneta Ford Ranger en la que viajaban los condenados por el triple crimen que se escaparon del penal de General Alvear el domingo pasado. Los delincuentes se bajaron del vehículo y balearon a los policías que estaban en el control de tránsito.
Fuente: La Nación