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Con el peronismo mendocino lamiéndose las heridas al final de la debacle electoral del 2015, frente a la Legislatura de la Peatonal Sarmiento se proclamó la Tupac Amaru como "la nueva resistencia" en una sucesión de manifestaciones originadas desde un acampe en la Plaza Independencia que se inició antes de principio de año en solidaridad con la situación de la agrupación en Jujuy.
Los legisladores discuten por estas semanas las leyes económicas de la provincia, mientras los seguidores locales de la jujeña Milagro Sala, líder del movimiento, proclaman "la defensa de los derechos ganados y por ganar" y se plantan en un extremo opositor al que ni la dirigencia kirchnerista mendocina ve cercano.
En Mendoza, la Tupac responde a la dirigente Nélida Rojas. Durante los ocho años de imperio del peronismo en la Casa de Gobierno, la agrupación fue la agrupación que mantuvo la más tensa relación entre las consideradas oficialistas, siendo incluso protagonista de fuertes protestas en el interior del Palacio Gubernamental.