Los jueces supremos Pedro Llorente y Hernán Salvini se apartaron de la causa por la prisión preventiva que provocó la reacción del gobernador Alfredo Cornejo a 15 días de asumir el poder. Los dos magistrados fueron recusados por Xumek, la ONG que encaró una batalla legal contra los criterios con los que se aplica la prisión preventiva en Mendoza, denunciando que cientos de personas están privadas de la libertad contra las disposiciones vigentes.
Un fallo de mayoría de la Suprema Corte le dio la razón a Xumek. La sentencia que contó con la redacción de Omar Palermo y las adhesiones de Alejandro Pérez Hualde, Jorge Nanclares y Julio Gómez. Llorente, presidente del tribunal, Salvini y Mario Adaro se abstuvieron y, luego de conocido el fallo, tendieron puentes con Cornejo, quien repudió públicamente la sentencia al mismo tiempo que pidió la suspensión de los cambios que el mismo dictó para el sistema penal. Al final, los deseos de Cornejo se cumplieron: el fallo quedó suspendido mientras se resuelve un planteo en contra auspiciado por la Procuración General de Rodolfo González.
Llorente y Salvini ya no actuarán en la causa. Serán reemplazados por dos subrogantes elegidos por sorteo, quienes se integrarán al tribunal en los próximos días, cuando deban resolver si elevan a la Corte de la Nación el recurso de González destinado a invalidar en el ámbito federal el fallo local.
Llorente, Salvini y Adaro se abstuvieron de firmar el fallo que redactó Palermo porque entendieron que sin una negociación previa con el Ejecutivo generaría un conflicto perjudicial incluso para cumplir los postulados de la sentencia del Hábeas Corpus. Ninguno cuestionó la legalidad de los argumentos de Palermo. Y todos tienen la certeza de que más tarde o más temprano las preventivas en la Provincia se deberán adaptar a los postulados de la sentencia que molestó al gobierno.
El caso ocupó el centro de la escena política local de la última semana del año pasado y se descomprimió por la acción del Procurador, que entre otras causales para invalidar el fallo invocó que no lo convocaron a emitir dictamen sobre la cuestión previo a la sentencia de los jueces.
La salida de Llorente y Salvini se produjo como consecuencia de una recusación propiciada por Xumek. Los jueces aceptaron apartarse atendiendo a un argumento de los planteados por la ONG: una vieja pelea jurídica entre los magistrados y el abogado Diego Lavado, integrante de la asociación demandante, quien promovió un juicio político en el pasado contra los dos supremos. Xumek también recusó a Adaro por participar de una reunión con Cornejo con posterioridad a la publicación del fallo, pero el pedido no prosperó.
A la par del avance en los tiempo judiciales de la causa por la prisión preventiva, hubo una recomposición del diálogo entre el sector de la Corte que avaló los cambios a la aplicación del régimen de preventivas y el Ejecutivo, confirmaron a este medio fuentes de la Corte y el Gobierno.
Informe Explícito: Un protocolo sobre prisión preventiva detonó un conflicto de poderes