El presidente de la República francesa, François Hollande, declaró este lunes un estado de emergencia nacional contra el desempleo, cuyos ejes son la formación, el aprendizaje y las subvenciones para las pequeñas y medianas empresas, informa el rotativo 'Le Figaro'.
Durante su discurso anual a los líderes empresariales del país galo, Hollande ha recalcado que el plan tendrá un costo de más de 2.200 millones de dólares.
El plan prevé ampliar la oferta de formación a desempleados y la duración de los cursos y programas. Hollande también ha prometido hacer que el sistema de calificación de los profesionales sea más claro y coherente. Todas estas medidas tienen como objetivo favorecer el acceso al mercado de trabajo al mayor número de desempleados.
El presidente francés ha destacado el lanzamiento de "un programa de formación para 500.000 solicitantes de empleo" orientado a "la creación de empresas".
Este estado de emergencia ha incluido una liberalización de algunas medidas que favorecen a los trabajadores para alentar a las empresas a contratar.
Hollande ha insistido en la urgencia de actualizar el modelo de negocio de Francia, que ahora está orientado a los trabajadores, en una economía dinámica, cada vez más globalizada y 'online'. El líder francés ha confirmado que dejará intacta la semana laboral de 35 horas y ha rehusado asumir nuevos poderes de emergencia.