Su muerte no conmocionó al establishment político, ni ganó portadas de diarios. Dos días antes que el fiscal Nisman murió en un calabozo de la Comisaría Séptima, de Godoy Cruz, Leonardo Rodríguez, de 30 años, presuntamente ahorcado con su propia remera, sumando así un nombre a la larga lista de muertos en comisarías de Mendoza. La muerte de Leonardo sacó a la calle a los vecinos del Parque Sur, que aún hacen marchas pidiendo justicia y este sábado lo recordaron con un festival.
La causa donde se investigaba la muerte de Leonardo -para la familia fue un caso de abuso policial- fue cerrada por el fiscal Daniel Carniello como "suicidio", pero sigue en marcha la investigación por "detención ilegítima".
"A Leo lo levantaron la madrugada del 16 de enero, efectivos policiales de una de la comisarías más temidas por los pibes del oeste mendocino. Todo el operativo fue irregular, Leo portaba el DNI y una tutelar, estaba a una cuadra de llegar a su casa, igual se lo llevaron. Nunca le avisaron a su familia. Dijeron que se 'suicidó' con su remera a menos de dos horas de haber sido arrojado al temible calabozo de ese destacamento. Falsearon pruebas. Ningún efectivo fue detenido ni investigado. La 27, jamás intervenida", recordó la Campaña Nacional Contra la Violencia Institucional de Mendoza.
Artistas populares pintaron un nuevo mural con su rostro y hubo bandas que levantaron sus voces contra los abusos de la policía.
“Por todos los casos de gatillo fácil seguimos de pie, pidiendo justicia, sabemos que los jueces están del lado de los asesinos, pero sus amigos, familia, el barrio, la Villa Hipódromo y todos los que estamos en contra de esta mafia poderosa, seguiremos pidiendo que no se cajoneen los expedientes de nuestros amigos y que los culpables paguen su condena en cárcel común”, señalaron los organizadores del festival.
Informe Explícito: la muerte de Leonardo Rodríguez
El caso de la muerte de Leonardo Rodríguez en un calabozo de la comisaría 27, de Godoy Cruz, fue tomado a nivel nacional por la Asociación de Abogados por la Justicia Social (AAMJUS), que expresó su rechazo a la hipótesis oficial de “suicidio”. El hecho mereció el repudio de otros organismos, como la misma ONU, que en un documento remarcó que esta muerte en una comisaría de Mendoza “no es un caso aislado”.