La publicación villera La Garganta Poderosa publicó una síntesis del caso Lucas Cabello, el joven cuidacoches que trabaja en La Boca y que fue baleado por Ricardo Ayala, agente de la Policía Metropolitana, a quien la Cámara Nacional de Casación Penal le negó la excarcelación tras declarar inadmisible un recurso presentado por su defensa.
La defensa de Ayala había alegado “arbitrariedad en el encarcelamiento ordenado” porque “posee arraigo, tiene contención familiar, no posee antecedentes de ningún tipo y siempre colaboró con la justicia”. Esa presentación se produjo luego de que la Cámara de Apelaciones ordenara en diciembre su inmediata detención y revirtiera la calificación legal dispuesta por el juez instructor del caso Osvaldo Rappa, que pasó a ser “tentativa de homicidio agravado por la condición del imputado de ser miembro de una fuerza de seguridad”, tal como habían requerido la titular de la Fiscalía del Distrito de La Boca, Susana Calleja; el fiscal a cargo de la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin), Miguel Palazzani; y la fiscal ad hoc de la Fiscalía N°3 ante la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, Verónica Fernández de Cuevas. De esa forma, los camaristas Mario Filozof y Marcelo Lucini habían rechazado la hipótesis de que Cabello estaba armado al momento de ser baleado tres veces por Ayala con su arma reglamentaria, que la defensa intentaba instalar para argumentar un exceso de legítima defensa.
Señaló La Garganta Poderosa: "¿Recordás a Lucas Cabello, el pibe de La Boca baleado por la cana? ¿Recordás los tres tiros que le pegó la Metropolitana? ¿Recordás lo que toda su familia decía? ¿Recordás que “sólo fue a comprar a la panadería”? ¿Recordás la versión oficial? ¿Recordás lo que dijo Vidal? ¿Recordás que era “violencia de género, claramente”? ¿Recordás que lo trataban de delincuente? ¿Recordás que “la Justicia dirá”? Bueno, mirá…"
[youtube]YauAUJRhiO4[/youtube]"Al final, no era 'violencia de género' como decía Vidal, ni 'un enfrentamiento armado', como decía el argumento trillado de la versión policial: era violencia institucional, lisa y llana, porque Lucas Cabello recibió tres tiros de la Metropolitana, en el abdomen, en los testículos y en la cabeza, por haber salido a comprar un sandwich de milanesa. Y sí, Ricardo Ayala quedó preso, porque no hubo un 'exceso en la legítima defensa', como informaron varios medios de prensa, sino un 'intento de homicidio agravado, por la condición del imputado'. Pero paciencia, que por suerte declararon la Emergencia para que esta rueda siga girando, mientras nos van aumentando el impuesto a nuestra propia inseguridad: ellos lo llaman 'presupuesto para las Fuerzas de Seguridad'”, cerró la revista.