Patricia Fadel, jefa del bloque de senadores peronistas de Mendoza, auspició la ruptura con el Frente para la Victoria

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La presidenta del bloque de senadores del peronismo mendocino y referente del sector azul, Patricia Fadel, consideró "una buena decisión" la tomada por Diego Bossio, presidente del Anses hasta el 10 de diciembre, y un grupo de diputados nacionales del PJ que abandonaron la bancada del Frente para la Victoria en la Cámara Baja del Congreso.

En Mendoza, el peronismo tiene cuatro bancas del Congreso, tres en Diputados y una en el Senado. De las cuatro, tres son incondicionales del kirchnerismo: los diputados Alejandro Abraham y Guillermo Carmona y la senadora Anabel Fernández Sagasti. La banca restante es del diputado Rubén Miranda, uno de los integrantes del bloque rebelde que dejó el Frente para la Victoria. Fadel, socia política, del ex candidato a la gobernación Adolfo Bermejo, azul de la primera hora.

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Fadel resumió en una entrevista con Mitre Mendoza el análisis del aparato sobre la ruptura provocada por el grupo de Bossio, al que se unió Miranda: "Es una buena decisión, me parece que es necesario que empiece a surgir desde el peronismo un nuevo liderazgo que componga un sistema diferente de trabajo y de poder y si estamos todos juntos es difícil porque el kirchnerismo seguía ordenando sin poder discutir. Hay que empezar a construir de nuevo, hay que seguir siendo oposición pero desde una concepción distinta".

La presidenta del bloque de senadores locales del peronismo apuntó contra el método de construcción kirchnerista, al que revistó en la primera línea nacional en una de las épocas más complejas para el movimiento pingüino desde el desembarco en la Casa Rosada: se encargó Fadel de manejar el quórum del bloque peronista que integraba Néstor Kirchner, desde 2oo9. Luego fue corrida porque le facturaron fallas en su tarea. Siempre fue soldado de Juan Carlos Mazzón, el principal operador del peronismo en el país en las últimas décadas, quien murió en pleno proceso electoral de 2015.

El heredero de sangre que se quedó con cuota de capital político que un padre puede traspasar es Mauricio Mazzón, dirigente que está al lado de Diego Bossio, quien es el segundo de la Fundación Gestar, craneada por el Chueco Mazzón con uno de sus principales aliados, el sanjuanino José Luis Gioja, presidente de esa ONG.

El aparato del peronismo mendocino, que fue vapuleado repetidas veces en las urnas por la alianza que tejió Alfredo Cornejo desde la UCR con el macrismo, los gansos y hasta los Libres del Sur y el massismo, se componía principalmente de los azules, los naranjas y los hermanos Félix. Los naranjas desaparecieron de una sola vez al perder en todos los departamentos que llevaban a sus dirigentes como candidatos, con el caso de Las Heras como emblema. El binomio Rubén Miranda y Carlos Ciurca condujeron el sector. Los azules retuvieron Maipú (Alejandro Bermejo), San Martín (Jorge Giménez), Lavalle (Roberto Righi) y Tunuyán (Martín Aveiro). Y Emir Félix logró la reelección en San Rafael. El esquema electoral del PJ mendocino en 2015 se completó con el kirchnerismo agrupado en una línea interna y el sindicalismo en otra, ambas con menos de la mitad del peso del aparato tradicional.

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