Elisa Carrió acusó al Papa de entorpecer un supuesto proceso de pacificación nacional encarnado por el liderazgo de Mauricio Macri. La socia principal del macrismo cuestionó a uno de los íconos coyunturales de la búsqueda de la paz en un mundo agobiado por las guerras de empoderar a violentos con el fin de impedir la pacificación de Argentina que encarna el presidente.
En una entrevista con el diario Clarín, Carrió acusó a Jorge Bergoglio de practicar un doble discurso con Argentina, al mismo tiempo que destacó la política papal para el resto del mundo, como ya lo había hecho la dirigente autodenominada progresista Margarita Stolbizer, ex socia de Carrió.
- ¿Está de acuerdo con la visita del Presidente al papa Francisco?
- Me parece bien. Yo no hubiera ido. De hecho fui varias veces a Roma y no fui. Yo soy una creyente absoluta. Pero distingo: los sacerdotes no se tienen que meter en política. No creo que Bergoglio tenga que convertirse en una unidad básica en la Argentina. No creo que tenga que empoderar a violentos. Estoy hablando de Milagro Sala y de Moreno. El hace muy bien el juego de fotos. Y tiene un doble discurso respecto de la Argentina: se rodea de personajes menores y le gusta el chisme político. Lo conozco.
- ¿Qué quiere decir con lo de unidad básica?
- Si uno se rodea de esos personajes mediocres ... no es bueno. Eso no significa que él no tenga el mejor de los papados que pueda existir. Pero ¿viste? El único Dios es Dios, el único Cristo es Cristo. En una parte de su misión él es extraordinario y en otra se comporta muy mal. Macri quiere pacificar el país, de ahí que no habla de la herencia recibida. No quiere enfrentamientos. Y la verdad es que Bergoglio no ayuda. Empodera a violentos.