El 7 de marzo de 2010, en Córdoba, Natalia Gaitán fue asesinada de un escopetazo por Daniel Torreas, el padrastro de su novia Dayana, por ser lesbiana. El caso fue el puntal para que organizaciones de defensa de los derechos igualitarios declararan el Día de la Visibilidad Lésbica, en el que se pretende resaltar que "las lesbianas sufren una doble discriminación: por su orientación sexual, y por el hecho de ser mujeres".
En esta provincia, la agrupación Mendoza LGBT organizó una "besada lésbica" que se hará este lunes 7 de marzo en Peatonal y San Martín: "Consideramos que no hay manera más concreta de visibilizarnos que mostrando nuestro amor libremente en las calles", señalaron.
Será a las 19 y en la difusión, Mendoza LGTB usó la imagen de una de las escritoras y compositoras célebres de Argentina, María Elena Walsh, quien con discreción, convencida de que no había "que andar ventilando las cuestiones íntimas o hacer de la sexualidad una pancarta”, profesó su amor por la fotógrafa Sara Facio: “ese amor que no se desgasta sino que se transforma en perfecta compañía”. Antes de ella, otras pasiones, como Leda Valladares o María Herminia Avellaneda, supieron enriquecer y rumbear su destino.
Juicio a Torres
El 23 de agosto de 2011 el Tribunal Nº 2, Cámara 7 de la Ciudad de Córdoba difundió los fundamentos para la sentencia que condenó a Torres, asesino de la Natalia Gaitán, a 14 años de prisión por “homicidio simple (…) agravado por el uso de arma de fuego”, entre los cuales se hace mención a la discriminación por la orientación sexual, incorporando las declaraciones que testimonian el rechazo del asesino y de su mujer (padrastro y madre de la novia de Gaitán) hacia la relación entre Dayana y La Pepa.
En relación con el juicio, diversas organizaciones sociales y activistas se movilizaron y participaron ofreciendo contención afectiva y acompañamiento a Graciela Vázquez (mamá de la Pepa) antes, durante y después del juicio. También se contó con el patrocinio letrado ofrecido por Natalia Milisenda, militante lesbiana perteneciente a la organización local “Devenir Diverse”; y se escribieron y difundieron textos como las crónicas del juicio a Daniel Torres, escritas en tiempo real y subidas a Facebook por la activista lesbiana fabi tron, recopiladas luego en formato de libro.
A pesar del pedido de la abogada patrocinante de la querella, Dra. Milisenda, quien como parte de su alegato dijo: “les propongo, nuevamente, que nos animemos a reconocer hasta qué punto tenemos internalizada la lesbofobia” (idem: 37), y de la presencia de distintas organizaciones lgbttti que también ejercieron presión desde la sociedad civil para visibilizar la lesbofobia de Torres, la noción de “crimen de odio” por orientación sexual no fue penalmente incluida como agravante en la condena.
Datos del juicio a Torres: puenteypuertasociales