Un conjunto de causas domésticas y externas confluyen en las explicaciones de una sensible destrucción de puestos de trabajo en el país. De acuerdo a cálculos privados, el desempleo llegaría a los dos dígitos este año por efecto de la política económica macrista en concurso con causas externas, como la recesión en Brasil y la desaceleración de China.
Entre las medidas locales a favor del rompimiento de la barrera de los dos dígitos de desempleo se cuentan la caída del consumo que provocó la devaluación y el creciente número de cesantías que condujo la administración macrista desde el Estado al sector privado con una razia de empleados precedida de una campaña mediática tendiente a denigrar a la militancia y al trabajador público de forma de que aparezca justa una "limpieza republicana".
"El piso para el desempleo de este año es del 10 por ciento", calculó el economista del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (Ipypp), Claudio Lozano, quien estimó al diario Perfil que puede llegar hasta al 12 por ciento.
Los cálculos sindicales sostienen que -entre Gobierno nacional, provincias y municipios- son cerca de 18 mil los trabajadores que perdieron el empleo y que ese número podría trepar a 65.000, señaló esta semana el gremio UPCN. En el sector privado, el Observatorio de Derecho Social (ODS) de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA Autónoma) proyectó que los despidos y la falta de renovación de contratos alcanzan a 10 mil empleados, mientras que la consultora Tendencias Económicas contabilizó 5.439 cesantías en las empresas en diciembre, cinco veces más que hace un año.
Las cesantías, suspensiones y recortes salariales en el sector privado abarcan principalmente a la actividad metalmecánica, la automotriz, la industria frigorífica, construcción y el sector frutícola, que pese a la disminución de retenciones y la devaluación registró despidos en Río Negro.
Desde que Mauricio Macri llegó a la Presidencia, las protestas que más resonaron por despidos son los de la avícola quebrada Cresta Roja - que ya venía arrastrando problemas desde el Gobierno anterior -, los 120 despidos de la Cerámica San Lorenzo, y los 500 empleos por el plan de desinversión de Tecpetrol, en la Patagonia, a raíz de la caída del precio del barril de crudo. Ayer, se sumaron llamó la atención las 200 suspensiones que implementó la emblemática Havanna, debido a la mala temporada turística en Mar del Plata y toda la Costa Atlántica.
Otros conflictos alcanzan a privados que se beneficiaban de sus vínculos con el kirchnerismo, como el multimedios Grupo 23 - los trabajadores reclaman por salarios impagos y contra el vaciamiento económico de los dueños Sergio Szpolski y Matías Garfunkel- y la firma Austral Construcciones, que de acuerdo al sindicato Uocra tiene previsto recortar 1800 puestos de trabajo. En este grupo de compañías puede incluirse el cierre intempestivo de la aerolínea Sol, que ayer anunció el cese de sus actividades y el despido de sus 220 empleados debido a que Aerolíneas Argentinas le rescindió un contrato del que dependía su sustento económico.
Por su lado, el Observatorio de la Actividad Metalúrgica de Córdoba midió en una encuesta que, si bien el 68% de las empresas prevé mantener el personal, el 10,5% contempla despidos y otro tanto presentar procesos de crisis, mientras que el 5% opta por no renovar vacantes.
Según la CTA, la multiplicación de los despidos en el sector público y privado tiene como objetivo condicionar los aumentos salariales y contener la inflación. "El éxito del programa de ajuste en curso requiere como condición necesaria una caída sustancial del salario de los trabajadores. La brutal transferencia de recursos que implicó la devaluación y eliminación de las retenciones a las exportaciones, sumada a la eliminación de los subsidios a los servicios públicos, requiere un recorte de la porción del ingreso nacional que reciben los trabajadores", señala la central sindical en un documento.
Fuente: Infobae