Una filtración de más de 11 millones de documentos de sociedades registradas en paraísos fiscales expondrá, a partir de de este domingo, a presidentes, empresarios, estrellas del deporte, celebridades y otras personalidades de todo el mundo que mantuvieron en secreto sus movimientos offshore.
La investigación Panamá Papers, impulsada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, en ingles) y por el diario alemán Süddeutsche Zeitung, brindará detalles sobre los negocios de 128 políticos y funcionarios del mundo. En la larga nómina aparecen mencionados decenas de argentinos, entre ellos Mauricio Macri , Lionel Messi , Daniel Muñoz (ex secretario privado de Néstor Kirchner), el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, y empresarios ligados al kirchnerismo.
Los hallazgos son el resultado de un año de trabajo por parte de ICIJ, con participación de un centenar de medios del mundo entre ellos los diarios The Guardian, Le Monde, el Miami Herald, la BBC, el diario La Nación y Canal 13. En total, fueron filtrados más de 11,5 millones de documentos internos de la firma Mossack Fonseca, una agencia panameña conocida por crear y administrar sociedades offshore en paraísos fiscales. La filtración es 46 veces más grande que Wikileaks (251.000 documentos).
El diario Süddeutsche Zeitung recibió los millones de registros de una fuente anónima y los compartió con ICIJ, que convocó a 376 periodistas de todo el mundo. Participaron 76 países que trabajaron de forma colaborativa durante un año, compartiendo hallazgos e información sobre los respectivos países. Los medios que participaron de la investigación no pagaron por los documentos.
Las sociedades offshore son empresas que no registran ninguna actividad económica o comercial real. Si bien no es ilegal tener una firma en un paraíso fiscal, sirve de pantalla a sus dueños para transferir dinero, realizar operaciones financieras, abrir cuentas bancarias en el exterior y realizar operatorias sin las cargas fiscales que tienen en los países de origen.
Como parte de su modus operandi Mossack Fonseca "prestó" nombres de directores, managers y accionistas, de manera de esconder a los verdaderos dueños de estas "compañías fantasma". Trabajó fuertemente para proteger el secreto de sus clientes, al mismo tiempo que intentó evitar hacer gestiones para personas políticamente expuestas (PEP), con relativo éxito.
Panamá, Islas Vírgenes Británicas, Bahamas, Islas Caimán, Nevada y Seychelles son algunos de los destinos elegidos por los argentinos para operar offshore, debido a las ventajas fiscales y al secreto bancario. Muchas veces, los argentinos involucrados consiguieron sacar dinero fuera del país y depositarlos en cuentas de Suiza, Alemania y los Estados Unidos, entre otros destinos.
Los datos filtrados (mails internos y sus documentos adjuntos) cubren desde 1977 hasta el final de 2015 y permiten sumergirse al interior del mundo offshore y observar cómo el dinero fluye de manera secreta por el sistema financiero global, muchas veces constituyendo maniobras de presunto lavado de activos o de evasión impositiva.
Transferencias de millones de dólares en épocas de cepo cambiario, ocultamiento de sociedades que debían ser declaradas ante la AFIP, apertura de cuentas bancarias en el exterior y maniobras sospechadas de lavado de dinero involucran a los argentinos que entraron en esta operatoria secreta a nivel mundial.
Para los argentinos, los documentos filtrados revelan que Uruguay fue una de las escalas más usual para realizar operaciones con Mossack Fonseca en Panamá. La firma panameña trabajó fuertemente para proteger los secretos de sus clientes y para protegerse a sí misma. En Brasil, Mossack Fonseca quedó involucrada en el reciente caso de sobornos y lavado de dinero denominado "Lava Jato".
En una respuesta por escrito a preguntas del ICIJ y sus socios, la firma dijo que "no alberga o promueve actos ilegales" y que la versión de que proveyeron estructuras societarias para esconder la identidad de los verdaderos interesados "es completamente infundada y falsa".
El co-fundador de la firma, Ramón Fonseca, dijo en una entrevista reciente en la televisión panameña que su empresa no tiene responsabilidad por lo que los clientes hacen con las compañías offshore. Lo comparó con una "fábrica de autos", cuya responsabilidad termina una vez que el vehículo es producido. Culpar a Mossack Fonseca por lo que la gente hace con sus compañías sería, dijo, como culpar a la fábrica de autos "si el auto se usa en un robo".
El mundo offshore es una amplia industria global de banqueros, abogados, contadores y otros intermediarios que trabajan coordinados para proteger los secretos financieros de sus clientes. Estos expertos en secretismo usan compañías anónimas "pantalla" o "shelf-companies", muchas veces para poder disfrazar los orígenes de dinero sucio o de evasión impositiva.
Fuente: La Nación