Guardias y violadores de presas políticas en el D2, el doble rol de Lapaz y González, acusados en el Megajuicio

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Los querellantes Pablo Salinas, Dante Vega, Patricia Santoni y Fernando Peñaloza. Detrás, el juez Fourcade. Foto: juiciosmendoza.blogspot.com

La Fiscalía continuó esta semana con los alegatos conrta ex jueces, policías y militares en el Megajuicio de Lesa Humanidad centrándose en los padecimientos de las víctimas de la llamada Causa Luna, y deteniéndose en particular en las vejaciones sexuales hacia Rosa Gómez, una de las cientas de presas políticas que pasó por el D2.

A Rosa Gómez la detuvieron el 1º de junio del ’76. "Al no participar en ninguna organización, su secuestro sólo se explica por su relación con el sindicalista bancario Ricardo Sánchez Coronel. Además de estar cautiva en el D2, fue trasladada a la Penitenciaría de Mendoza y finalmente a Devoto, donde recuperó la libertad", reseña el sitio juiciosmendoza.blogspot.com, que lleva al día las crónicas del proceso.

Desde su secuestro hasta principios de febrero de 1977 estuvo detenida en el D2, meses en los que sufrió, según ella declaró, el repertorio de tormentos conocidos pero, además, destacó que fue agredida sexualmente “hasta el último momento en que estuve”.

Cuando ingresó estaba vendada y maniatada por lo que no pudo saber cómo ni quiénes eran sus agresores, pero después de un tiempo le sacaron la venda y testificó que la violaron "a cara descubierta”. Esto le permitió reconocer a dos de ellos en la revisión fotográfica en 2006: Lapaz, alias “el Padrino” y Bustos Medina, alias “Mechón Blanco”, ya que la presionaron para especificar claramente los nombres. En un nuevo reconocimiento, ya no fotográfico sino una “rueda de personas”, recordó los nombres de sus agresores: Manuel Bustos Medina, Julio Héctor Lapaz y Rubén Darío González. Los dos últimos fueron imputados por abuso deshonesto y violación.

La fiscal Patricia Santoni leyó las acusaciones que pesan sobre Lapaz y González ya que Bustos Medina falleció.

En ambos casos los cargos son por:

-Privación ilegítima de la libertad agravada por su calidad de funcionarios públicos, mediar violencia y amenazas y durar más de un mes en calidad de autores.

-Tormentos agravados en calidad de perseguida política de la víctima y como autor material.

-Violación perpetrada con el uso de la fuerza o intimidación agravada por la calidad de autor de personas encargadas de la guarda y el concurso de dos o más personas.

Además, se amplió la acusación por el delito de “abuso deshonesto agravado por la calidad de autor de la persona encargada de la guarda” en el contexto de delitos de lesa humanidad acontecidos en el desarrollo de ese plan sistemático.

Santoni alegó que “no sabemos si ellos la secuestraron pero sí que perpetuaron las torturas y violaciones a Rosa, prolongaron este estado de detención ilegítima participando de la misma con la división de roles y funciones intercambiables entre ellas”.

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