Carlos Balter asumió la presidencia del Partido Demócrata en un acto en el auditorio Ángel Bustelo que convocó al gobernador Alfredo Cornejo y al presidente provisional del Senado de la Nación, Federico Pinedo.
[iframe_galeria src="https://www.flickr.com/photos/javierpolvani/sets/72157667487468635/player"][/iframe_galeria]La vuelta al poder partidario de Balter implicó una pelea interna solapada con el intendente de Luján, Omar de Marchi, quien después de perder se terminó de ir del partido provincial para ponerse al frente del Pro en Mendoza.
El resgreso de Balter retrotrajo a las filas demócratas a un viejo dirigente que se exilió del partido mientras estuvo manejado por De Marchi, el actual presidente de la Coalición Cívica, Gustavo Gutiérrez.
La vicegobernadora, Laura Montero, y el antiguo referente de la nostálgica Causa Nacional del radicalismo, Juan Carlos Jaliff estuvieron a los abrazos con Balter, quien retornó a la presidencia del partido después de haberse mantenido al margen de la política durante 15 años. El actual presidente encabezó la mejor perfomance electoral del partido desde que el PD colaboró con la última dictadura ejerciendo de facto el gobierno de Mendoza. Balter ganó las legislativas de 1997, pero no pudo repetir en los comicios por la Gobernación de 1999, en los que cayó como consecuencia de la ola nacional de la Alianza y una furiosa campaña de desprestigio encabezada por el entonces banquero menemista Raúl Moneta, aliado en Mendoza con el Grupo Vila - Manzano.
El dirigente volvió con la consigna de reposicionar al PD en la escena política provincial, en la que no tendría representación legislativa de no ser por la participación en la alianza Cambiemos. Las últimas participaciones electorales del PD fueron en alianzas, incluso con sectores del peronismo, hasta que sucumbió en las legislativas de 2013, con Luis Rosales como cabeza de una lista que apenas superó los cinco puntos porcentuales de los comicios.
Hacia adelante, con la corte de acompañantes que logró para su reestreno en las ligas mayores de la política mendocina, Balter asumió el compromiso de mantener los pies dentro del plato de Cambiemos, aunque en los días previos a la presentación se gastó la gola por las radios predicando que protagonizará una refundación material de las bases de sustentación del Partido Demócrata que incumbe un reforzamiento de la identidad particular del espacio local.
