El macrismo apuesta a Sergio Massa y Diego Bossio como socios para desarticular en Diputados la Ley antidespidos que obtuvo el miércoles media sanción en el Senado. Los operadores de Mauricio Macri en el Parlamento y con los gobernadores peronistas movieron sus fichas para intentar voltear la iniciativa desde que fue planteada, pero fracasaron rotúndamente en la Cámara Alta, adonde el Frente para la Victoria se mantuvo unido, a diferencia de lo ocurrido en el tratamiento del pago a los fondos buitre, cuando parte de la bancada se unió al macrismo "con dolor" y en respuesta a las operaciones de los gobernadores, que vieron en el arreglo con Paul Singer la posibilidad de ver plata constante y sonante a devolver en el futuro no tan cercano.
Massa y Bossio aparecen en el horizonte del macrismo como presuntos salvadores del oficialismo ante la fuerza que tomó el proyecto para dificultar a los empresarios el despido de personal en el nombre de la crisis, que a esta altura se cobró más de 100 mil empleos en cinco meses.
El diario La Nación da cuenta de las transacciones macristas con sectores arrepentidos del kirchnerismo interpreatados por Bossio, como el massismo, en el que le asigna un gran papel a la esposa de Massa, Malena Galmarini, hija del secretario de Deportes de Menem, Pato Galmarini.
El matutino dice que el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, fracasó en el intento de condicionar al mandatario salteño Juan Manuel Urtubey, quien esta vez habría contestado -según el diario- que "los senadores votan como quieren, no como yo les digo". Diferente fue la actitud al tratarse el pago a los buitres, cuando Urtubey fue clave para convencer a parte del peronismo de quedar en la historia como facilitadores de la concreción del pacto entre Macri y el buitre Singer.
Mientras tanto, Massa tiene una interna al respecto en su propio partido, en el que militan empresarios que se niegan a aceptar la ley antidespidos, como José Ignacio De Mendiguren, y sindicalistas a favor del proyecto, como el hijo del líder cegetista Hugo Moyano, Facundo Moyano. Ahí ve el macrismo la chance de intercambiar favores de modo de evitar que los votos massistas acompañen al Frente para la Victoria en la sanción de una ley que Macri piensa vetar, si antes sus operadores no pueden extinguir con el aporte de arrepentidos en el peronismo.
El otro presunto bloque débil es esta operación del massismo fue identificado en el bloque que conduce Bossio, el primer arrepentido del kirchnerismo. El ex titular del ANSES militó a favor de los buitres con fervor, pero ante el tratamiento del proyecto antidespidos aparentemente tendría una postura más dura frente al macrismo, que no está dispuesto a pagar locuras por una ley que de todos modos evitará, en última instancia, con el veto, de ser necesario.