La suspendida presidenta de Brasil, Dilma Rousseff,dirigió un discurso a su pueblo tras conocerse la decisión de someterla a impeachment.
En el que puede ser su último discurso como presidenta de Brasil, Dilma habló desde la sala Este del Palacio del Planalto sobre la decisión del Senado: "Con este juicio político, están en juego las conquistas de los últimos 13 años".
"Yo fui electa por 54 millones de brasileños. Ahora, con este juicio en mi contra, lo que está en juego es el respeto a las urnas, a la voluntad soberana del pueblo Brasil, a la constitución. Están en juego las conquistas de los últimos 13 años".
La mandataria aseguró que el juicio político es "fraudulento, un verdadero golpe. Desde que fui electa parte de la oposición pidió recontar los votos, intento anular las elecciones y después paso a conspirar abiertamente en mi contra".
"El único objetivo es tomar por la fuerza lo que no conquistaron con las urnas", advirtió la presidenta, que además aseguró que está en juego "el futuro del país". "No cometí crimen, no tengo cuentas en el exterior, no recibí coimas, jamás fui corrupta", se defendió la jefa de Estado.
"El destino siempre me reservó muchos y grandes desafíos. Algunos parecían imposibles, pero conseguí vencerlos. Ya sufrí la tortura, ahora sufro otra injusticia. Lo que más duele es percibir que estoy siendo víctima de una farsa jurídica y política", arremetió la mandataria brasileña.
"El destino siempre me reservó muchos y grandes desafíos. Algunos parecían imposibles, pero conseguí vencerlos. Ya sufrí la tortura, ahora sufro otra injustica. Lo que más duele es percibir que estoy siendo víctima de una farsa jurídica y política", arremetió la mandataria brasileña.
Dilma aseguró que se apoyará en el pueblo de su país: "Aprendí a confiar en la capacidad de nuestro pueblo, ya viví muchas derrotas y grandes victorias. Pero nunca imaginé que sería necesario luchar de nuevo contra un golpe en nuestro país". "Tengo certeza de que la población podrá decir no al golpe", dijo.
Antes de concluir, Dilma envió el mensaje más fuerte de todos; le habló directo al pueblo: "Manténganse movilizados, unidos y en paz. La lucha por la democracia no tiene fecha de fin, necesita de nuestro compromiso constante. Siempre vale la pena luchar por la democracia. Jamás vamos a desistir".