Después de las estadísticas difundidas por el gobierno, en las que aseguró que bajó el ausentismo de maestros y celadores con la aplicación del ítem aula, el SUTE remarcó que el Ejecutivo se cuidó en el anuncio ante la prensa de precisar cuántas de esas licencias que se redujeron son por enfermedad, y analizó: "El gobierno se jacta, básicamente, de hacer que vaya gente enferma a trabajar".
"El gobierno exhibe estadísticas, todavía incompletas, que muestran una reducción del uso de licencias en comparación con los mismos meses del 2015 (marzo y abril). No obstante, lo que no podemos saber es cuánta gente está yendo a trabajar enferma para no perder le ítem aula. El gobierno ha expresado que se redujeron licencias abusivas como el uso de las razones particulares, que difícilmente puedan constituir un abuso tratándose un máximo de 6 en todo el año. Pero se ha cuidado de decir exactamente cuántas de esas licencias que se redujeron son por enfermedad", indicó el SUTE Godoy Cruz.
Días atrás, Adrián Mateluna difundió que, según datos recabados en el caravanazo realizado en toda la provincia, una cifra preliminar indicó que unos 2 mil trabajadores de la educación acuden a trabajar enfermos para no perder el ítem aula. Tras los datos difundidos este jueves por Cornejo y Correas, el titular del SUTE refutó: "Recorriendo escuelas de Tunuyán. 7 compañeras que están trabajando enfermas porque no pueden perder el ítem aula ¿Esto es la calidad educativa?"
Acerca de los docentes que van a trabajar sin estar en condiciones de estar frente al alumnado, el SUTE Godoy Cruz remarcó: "Esa gente está dispuesta a hacerlo porque su salario es tan miserable que prefiere arriesgar su salud y la de otros que perder esa parte de su sueldo. Hasta ahora, la esencia del 'ordenamiento' del sistema han sido y es la supresión de derechos, como si las escuelas vinieran siendo una suerte de paraíso laboral y los docentes y celadores los responsables de la crisis del sistema".
Agregó el gremio: "Las próximas estadísticas deberán ser sobre el aumento de la violencia en las escuelas y/o del acoso laboral, cada vez más crecientes. Ambas realidades amparadas en un discurso político que promueve el desprestigio constante de quienes sostenemos las escuelas".
Sore la situación en las escuelas tras la imposición del ítem rechazado de manera unánime en los plenarios departamentales y provinciales, la suba por decreto, el cierre de paritarias, y las múltiples manifestaciones de las autoridades sentidas como maltrato por los docentes, señaló el gremio: "No reina en las escuelas un clima de entusiasmo por estos anuncios. Antes bien, se sigue acumulando una frustración y escepticismo que más tarde o más temprano madurarán en determinación".
