El peronista Jorge Giménez estimó que el Partido Justicialista de Mendoza no saldrá del pozo al que cayó con la sucesión de derrotas electorales del 2015 hasta que se defina quién encabezará las listas de la fuerza en el 2019, cuando se elija gobernador. Mientras tanto, el intendente de San Martín no ve alternativas para salir de la dispersión que impera en el aparato partidario.
"El peronismo mendocino enfrenta una crisis, entiendo yo desde que participo en la política, sin precedentes. Estamos muy mal partidariamente, no creo que se pueda arreglar en el corto plazo. El peronismo se ordena a partir de liderazgos, hoy no existe eso dentro del peronismo, son cuestiones muy parciales, intenciones personales, pero parciales. Eso dificulta dado la formación que tiene el peronismo, que es verticalista en ese aspecto", declaró el peronista.
"Yo creo que esto se va a ir disipando en la medida en que se identifique claramente no quién quiere ser diputado nacional el año que viene porque eso no mueve demasiado la aguja sino hasta que encontremos a alguien que quiera entusiasmarse con la idea de ser gobierno en la Provincia. A partir de eso el peronismo se va a ordenar. Hasta que llegue ese tiempo vamos a dar vueltas, no vamos a encontrarnos. Lo digo para ser claros, esa es mi opinión", agregó.
[youtube]GMkf9dFQBV8[/youtube]Giménez hizo declaraciones a radio Mitre Mendoza este lunes, después de estar reunido con el ministro del Interior del gobierno de Mauricio Macri, junto a sus pares del sector azul del PJ de Mendoza. El cacique transita el inicio de su cuarto mandato consecutivo al frente de la Municipalidad de San Martín. Desestimó el poder de unificación que pueda tener la pelea por las candidaturas para el Congreso de mitad de mandato, previstas para el año que viene, convencido de que sólo en los comicios ejecutivos habrá chances de recuperar la fuerza partidaria en la Provincia.
El peronismo mendocino tiene un presente excepcional respecto a su historia reciente. La caída de Carlos Ciurca con la Corriente provocó una descompensación en la cabeza del partido. Los azules, línea fundada por el fallecido Chueco Juan Carlos Mazzón, son dueños de cuatro de las cinco comunas en poder del partido en la provincia. La restante es de Emir Félix, quien junto a su hermano y ex intendente Omar Félix, articula un sector para contener a los caídos del ciurquismo. Giménez es uno de los referentes del sector azul, junto a Adolfo Bermejo y su hermano, el intendente de Maipú, Alejandro Bermejo, y la diputada provincial Patricia Fadel, con base territorial en Tunuyán, adonde gobierna otro intendente del palo: Martín Aveiro. El cuarto intendente azul es Roberto Righi, de Lavalle.
El intendente de San Martín consideró que "es grande la crisis de nuestro partido" que a la vez tiene un panorama complejo a nivel nacional, en donde el kirchnerismo y el massismo aparecen como opciones de alistamiento para los legisladores nacionales y gobernadores de la fuerza. Al mismo tiempo, sectores del PJ tradicional se desdoblan en dos estrategias: la ruptura abierta con el kirchnerismo, como hizo Diego Bossio con una tropa mínima en la que se alistó el mendocino Rubén Miranda, del expoliado ciurquismo; y la conducción del aparato a cargo del sanjuanino José Luis Gioja, quien debiera neutralizar al kirchnerismo para volver a tener un sólo peronismo con el massimo adentro.
Giménez consideró que mientras tanto los intendentes necesitan fondos para gobernar y en esa tarea necesita de las relaciones con el oficialismo nacional y provincial. "Con el gobernador Alfredo Cornejo tenemos una excelente relación, en el poco tiempo que lleva en el gobierno ya nos convocó dos veces", alabó el intendente. En esta parada Giménez se abrió de la fuerza legislativa del peronismo, que ha sido crítica de la gestión del radical Cornejo. El intendente de San Martín preferiría congelar la política hasta 2019 y sólo ocuparse de la gestión, aunque no sea posible tal cosa en la práctica.
El dirigente esteño enfatizó la necesidad de acordar con Cornejo y Macri programas que tengan como objetivo el sostenimiento del empleo, dando cuenta de la preocupación que mantiene sobre la cuestión laboral. "Por las cuestiones climáticas en el Este hubo menos cosecha y a eso se le suma que se paralizaron o mermaron el ritmo muchas obras públicas, la situación es compleja", analizó.
En ese contexto, Giménez ponderó la reunión encabezada por Frigerio porque "sirvió para explicar la necesidad de continuar con los programas que están suspendidos".
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