La fábrica textil Herzo, que desde hace treinta años trabaja en San Luis produciendo para la empresa alemana Puma, decidió cerrar sus puertas ante la dificultad de competir contra los productos importados que ingresan al país desde diciembre.
En ese sentido, el responsable y apoderado de la planta industrial, Marcelo Iglesias, indicó que los 194 trabajadores de la planta ya fueron notificados y todos recibirán la correspondiente indemnización. "Es triste. Vamos a cerrar una planta que tiene 30 años de funcionamiento y que le da de comer a 200 familias en el pueblo", señaló.
"La situación se empezó a complicar a partir de diciembre, cuando se abrieron las importaciones y todo lo que nosotros fabricamos ahora Puma lo trae de afuera, y los precios a los que eso entra al país hacen que nosotros no podamos competir", indicó en una entrevista.
Ubicada hace 30 años en la localidad de Concarán, la planta llegó a producir 1.400 pares de zapatillas por día -que eran terminadas en la planta de Puma en La Rioja- y otros 1.600 pares ensamblados.
Iglesias aseguró que "vamos a indemnizar a los trabajadores, no tenemos ningún tipo de problema financiero, Puma nos exige tener todo al día, de otro modo no podríamos trabajar con ellos porque no nos comprarían". Además explicó que "ya le mandé una carta de mi parte al gobernador expresándole la falta de ayuda del gobierno a la industria, pero no recibí ninguna respuesta".
Al mismo tiempo, el responsable de Herzo remarcó que "desde 1999 no tenemos promoción industrial, nosotros no necesitamos plata, lo que necesitamos es trabajar, y el gobierno parece que no lo entiende". Agregó que se hace "bastante difícil competir ante los productos de China y Brasil", donde hay salarios más bajos, y aclaró que no tienen "problemas financieros ni económicos, pero no nos podemos sostener".
Herzo es una fábrica textil que elabora accesorios para calzado deportivo y también es considerado el proveedor más grande de mochilas y carteras desde 1986.
