Un fiscal federal de San Juan pidió investigar al Arzobispado de esa provincia por lavado de dinero luego de recibir detalles de presuntas maniobras para concretar esos delitos de arte de un ex administrador del Arzobispado de San Juan, Juan Francisco Brozina. Por ahora, está fuera del núcleo de imputados presuntos el obispo Alfonso Delgado, aunque podría entrar en virtud de la denuncia que activó el accionar del Ministerio Público.
El fiscal Francisco Maldonado hizo un requerimiento de instrucción por la presunta violación al artículo 303º del Código Penal de la Nación, que es el de lavado de dinero, comprendido entre los delitos contra el orden económico y financiero, maniobra que incluye también la evasión impositiva. Pero para que se empiece a instruir una causa, el planteo debe ser aceptado por el juez Leopoldo Rago Gallo.
La denuncia advierte que el Arzobispado ingresó dinero al país sin declararlo ante la AFIP. La intervención de la Justicia Federal fue revelada este sábado en una nota de Claudio Leiva en el Diario de Cuyo. El caso empezó con una denuncia del obispo a dos de sus ex empleados y siguió con la acusación contra la Iglesia sanjuanina.
El escándalo del Arzobispado, que ha causado conmoción en la Iglesia sanjuanina, está ahora bajo la lupa de dos ámbitos judiciales distintos. En la Justicia provincial se está tramitando una causa contra Brozina y Darío Tapia, los exempleados del Arzobispado que fueron denunciados por Delgado como presuntos responsables de una estafa por una suma de alrededor de 700.000 pesos. Ambos ya fueron procesados. Pero a raíz de un escrito que el primero presentó en su descargo, ahora empezó a actuar la Justicia Federal.
Para hacer el requerimiento, el fiscal federal tuvo en cuenta que en el escrito Brozina denunció una serie de irregularidades que se habrían venido cometiendo en el Arzobispado. Entre ellas, hizo referencia al ingreso irregular de fondos del exterior. Mencionó que por decisión de monseñor se recibían fondos del Instituto para las Obras de Religión (IOR), con sede el Vaticano, “sin declarar su ingreso”, para luego ser utilizados “en el mercado cambiario paralelo (al tipo de cambio denominado “blue”), sin dejar constancias en la AFIP”.
También describió que el Arzobispado poseía dos cuentas (una en dólares y la otra en euros) en el IOR, pero que ese dinero era ingresado al país en forma irregular “evadiendo impuestos y especulando con la venta de dólares”. Incluso Brozina mencionó en la presentación que el propio Delgado, cuando viajaba al Vaticano, traía consigo el dinero o utilizaba a otros sacerdotes.
Luego de la descripción de estos hechos, el fiscal federal sostiene en su requerimiento que frente a la posibilidad de encontrarse ante una modalidad delictiva compleja de tipo económico, se debería iniciar una investigación “tendiente a dilucidar la existencia material de los hechos denunciados como así también las responsabilidades correspondientes”.
Entre otras medidas de prueba requirió que se oficie al Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la Nación y al IOR para que informen sobre los movimientos efectuados por el Arzobispado de San Juan. También pidió que los bancos Galicia, Santander Río y Nación revelen los movimientos de las cuentas pertenecientes a la institución religiosa. A la AFIP le solicitó datos sobre los movimientos realizados por Delgado, Brozina, Tapia y sacerdotes de la Iglesia local. También quiere que las empresas telefónicas den a conocer el registro de llamadas de los anteriores.
El delito de lavado de dinero tiene un castigo de prisión de 3 a 10 años y de multa de hasta 10 veces el monto de la operación.
Alfonso Delgado es arzobispo de San Juan desde 2000. Es originario de la corporación Opus Dei dentro de la Iglesia. Nació y se recibió de agrimensor en Rosario. Fue un aliado clave del ex gobernador José Luis Gioja para invadir la montaña sanajuanina con proyectos de megaminería. En la provincia cuyana fue en la que menos rechazó despertaron las bombas y el cianuro que se usa para despegar los metales valiosos de la piedra inútil para el mercado de la Cordillera de los Andes.
Fuente: Diario de Cuyo