Una patota destruyó las instalaciones de Tiempo Argentino y Radio América ante la pasividad de la Policía Federal

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Así quedaron las instalaciones de Tiempo Argentino y Radio América tras el ataque de una patota mandada por Martínez Rojas y cuidada por la Policía Federal.

Una patota de forajidos con la cara cubierta destrozó las instalaciones del diario Tiempo Argentino y Radio América en el barrio porteño de Palermo. Los trabajadores de los medios denunciaron que actuaron por órdenes del supuesto dueño Mariano Martínez Rojas.

Los periodistas y demás empleados del diario y la radio que pertenecieron al grupo mediático que encabezaron Sergio Szpolki y Matías Garfunkel se hicieron cargo de los medios cuando estos dejaron de pagar los salarios y "simularon", de acuerdo a las denuncias, una venta a Martínez.

Los patoteros llegaron en la madrugada de este lunes a la sede de la calle Amenábar, goleparon al sereno y destruyeron buena parte del mobiliario del interior del edificio. Mientras tanto, en el exterior la Policía Federal custodió la puerta para impedir el ingreso de los trabajadores que fueron llegando con la intención de defender el lugar de trabajo.

Los trabajadores de Tiempo y América llevan medio año sin percibir salarios, a pesar de lo cual han llevado adelante una cruzada épica para mantener en pie los medios. Szpolski y Garfunkel se mantuvieron al frente mientras cobraron suculentas pautas oficiales con el kirchnerismo en el poder. Luego dejaron a cientos de trabajadores librados a su suerte.

El portal de La Nación reveló: según explicó Javier Borelli, presidente de la cooperativa, durante la madrugada, un grupo de personas entró y cerró la puerta para evitar el ingreso de los trabajadores del diario, que con el paso de los minutos se acercaron al edifico de la calle Amenábar 23 para resolver la situación. La denuncia fue realizada a la Comisaría 31, en Cabildo 232, pero la el comisario Aparicio dijo que tenían que tener haber una orden para poder entrar al edificio, aunque finalmente lograron entrar.

Borelli explicó que la policía habló con las personas que ingresaron, quienes les mostraron un contrato de alquiler. "Dicen ser los dueños del inmueble pero ese contrato fue rescindido. Estoy en la comisaría con las pruebas necesarias para mostrar que es así", indicó.

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