Más de 120 millones de adolescentes de todo el mundo creen que está bien golpear a la mujer en ciertos casos

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violencia

Por Margarita Rodriguez
Para BBC Mundo

Alrededor de 126 millones de adolescentes en todo el mundo creen que algunas veces se justifica que un hombre golpee a su pareja.

La cifra representa cerca de la mitad de las jóvenes de entre 15 y 19 años en todo el planeta y, según un reporte de Unicef, quemar la comida es una de las razones aducidas para justificar el uso de la violencia contra la propia esposa o compañera.

Otros motivos son discutir con el esposo, descuidar a los niños, negarse a tener relaciones sexuales o salir de casa sin permiso.

En un informe publicado por Unicef en 2014, la organización aclara que la estimación mundial se basó en estudios realizados en 102 países que en total suman el 59% de la población mundial de adolescentes de entre 15 y 19 años.

Aunque las actitudes varían de país en país.

"En general, estar de acuerdo con que un hombre golpee a la esposa en ciertas circunstancias va desde 80% de las jóvenes en Afganistán, Guinea, Jordania, Malí y Timor Oriental a menos de 5% en Argentina, Barbados, Bielorrusia, Bosnia y Herzegovina, Costa Rica, Georgia, Serbia y Ucrania", indica el informe titulado "Hidden in plain sight" ("Oculto a simple vista").

Y aunque un porcentaje inferior al 5% en Costa Rica y en Argentina puede ser consolador, si se compara con los porcentajes de otros países, la realidad no siempre lo es.

"Si vos le preguntas a cualquier chica, no te lo va a justificar (que un hombre golpee a su pareja). Lo que sí veo es que cuando alguna lo vive, en ese momento lo justifica porque niega la situación", dice Nayla, una joven de 20 años que vive en Buenos Aires.

"Si, por ejemplo, mi novio me pega, mi amiga no va a justificar ese acto violento. Pero si le pasa a ella, lo va a minimizar, va a decir que no es violencia, que fue solamente una vez, que fue un acto impulsivo", le indica a BBC Mundo.

La opinión de Nayla la comparte una experta con varios años de experiencia en el tema de género en Argentina: Mabel Bianco, presidenta de la Fundación para el estudio y la investigación de la mujer (FEIM).

"Aquí dicen: 'Porque te quiero te aporreo' (…) Si uno les pregunta fríamente, ninguna lo acepta, pero lo que uno ve en el trato de algunas chicas con sus parejas es que hay violencia", señala en conversación con BBC Mundo.

Y es que Bianco considera que en su país "la violencia de pareja está naturalizada".

Una encuesta realizada en 2013 da luces sobre esa situación. La hizo el Defensor del Pueblo en la ciudad de Córdoba, en el centro de Argentina, a jóvenes de entre 15 y 19 años.

"De acuerdo a tu percepción, en las relaciones de parejas jóvenes ¿quiénes golpean a quién?", se les preguntó.

De un total de 593 jóvenes de ambos sexos, 51,8% manifestó que es el hombre en la pareja quien golpea, 5,2% sostuvo que es la mujer quien golpea y 32,04% respondió que los dos se golpean.

En el reporte "Violencia contra las mujeres en América Latina y el Caribe" de 2012, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) hizo un análisis comparativo de datos poblacionales de 12 países de la región y halló que miles de mujeres creen que algunas veces se justifica que un hombre le pegue a su mujer.

El informe incluye encuestas cuyos muestreos fueron diseñados para que fuesen representativos de la población femenina de cada país.

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"El hilo conductor de todas las razones es que las jóvenes no se perciben que sean iguales (a los chicos), es decir, que no tienen los mismos derechos a decidir sobre asuntos que afectan su vida, a expresar una opinión o un deseo diferente al de su pareja", le dijo a BBC Mundo Shelly Abdool, asesora regional de género de Unicef.

De acuerdo con la funcionaria, el que una niña sea testigo de la violencia doméstica es un factor de riesgo no sólo para que en el futuro sea una víctima sino para que la acepte y la normalice.

"Las jóvenes que han sido víctimas de abusos en su infancia o que los vieron en sus hogares (contra sus madres), tienden a aceptar más que la violencia de género es parte de una relación de pareja", indicó.

Y es que muchos casos de abuso empiezan en el noviazgo.

"Es muy preocupante", indicó Abdool. "Se trata de un problema que no es sólo de mujeres adultas, sino de adolescentes".

El entorno
Para Nancy Liscano, una educadora colombiana con 25 años de experiencia, no sólo lo que la niña aprenda en su hogar determina la forma cómo percibe el maltrato a la mujer, también influye su autoestima.

"Es preocupante ver cómo los medios de comunicación con películas, novelas y canciones exacerban la sensibilidad de muchas jóvenes con ideas que ellas terminan asumiendo como normales: 'Sin ti no puedo vivir', 'Para amar hay que sufrir', 'Si hay dolor, hay amor', 'El que te hace llorar te ama'. Son conceptos que no ayudan al desarrollo de la personalidad de una joven, que necesita cultivar su amor propio, autonomía y libertad", le indicó a BBC Mundo.

Abdool se hace eco de esa situación:

"Con solo escuchar las letras de muchas canciones en América Latina y el Caribe, nos damos cuenta que se refuerza el sentimiento de que la violencia (de género) es aceptable y normal", señaló la funcionaria.

Sin embargo, en muchos países de América Latina se han hecho avances para reducir la violencia contra la mujeres, no sólo desde la perspectiva legislativa, sino femenina.

De acuerdo con Unicef, tras analizar información de seis países latinoamericanos y del Caribe, al menos 1 de cada 10 jovencitas (15 a 19 años) ha denunciado haber sido víctima de violencia física por parte de sus parejas.

En Bolivia, Colombia, Haití y Perú más de 25% de las chicas que han estado casadas o han convivido con sus parejas reportaron abusos físicos o emocionales.

En México, por ejemplo, Incháustegui reconoce que el número de mujeres que considera que la violencia hacia las mujeres se debe denunciar ha ido creciendo.

Rosalía es una de ellas. Tiene 22 años y es oriunda de una comunidad rural mexicana.

"Yo siempre les aconsejo (a mis amigas) que no se dejen de las personas que las tratan así, que lo dejen o que lo denuncien", le dice a BBC Mundo.

Y es que hay millones de jóvenes en todo el mundo que piensan así.

"No hay justificación alguna para que un hombre agreda a su pareja, ya sea de forma verbal o física", le dice a BBC Mundo Sofía, una adolescente colombiana de 14 años.

Su amiga Miranda, una chica española, interviene: "Uno no tiene que pedirle permiso a nadie para salir. No me parece bien que una persona le imponga a otra lo que tiene que hacer".

Ambas chicas creen que si una joven sufre algún tipo de maltrato por parte de su novio debe hablar con una persona de confianza.

"Que no se quede callada, que se lo cuente a alguien", dice Miranda, quien a sus 14 años aconseja lo que por décadas organizaciones de derechos humanos han aconsejado: denunciar.

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