
La Sociedad Rural Argentina le obsequió un tremendo recibimiento a Mauricio Macri, este sábado. El presidente fue el principal orador en acto central de la muestra del sector más poderoso del campo desarrollada en el predio La Rural, en Palermo.
Fue la primera vez en 15 años en que el jefe del Ejecutivo se presenta en el lugar adonde fue chiflado e insultado a rabiar el ex presidente radical Raúl Alfonsín, en 1988, en uno de los hitos históricos acuñado por el lobby de los empresarios agropecuarios.
Macri llegó pasadas las 10.30 por su actual esposa Juliana Awada, y la hija de ambos, Antonia. Juntos realizaron una breve recorrida en la que se detuvo. Finalmente se dirigió al Palco central donde lo aguardaban las autoridades de la Sociedad Rural.
En un discurso que reconoció la importancia y la potencialidad del sector agropecuario, Macri agradeció "profundamente el nivel de entendimiento" y el "apoyo mayoritario" a las "decisiones difíciles" que tuvo que tomar el gobierno.
"A la hora de la responsabilidad, al campo le cabe una mayor, porque es el gran motor de este país", dijo el presidente y pidió dejar de ser "el granero del mundo" para ser el "supermercado del mundo".
Si bien reconoció "no ser un hombre de campo", Macri señaló a su familia materna como parte de ese sector y al que instó a poner su energía "para sacar al país adelante".
El presidente pronunció, además: "El campo es mucho más que lo que puede producir, es mucho más que los impuestos que puede pagar, es nuestra historia, nuestro emblema y para mí es un claro ejemplo de solidaridad, por algo gauchada viene de gaucho, el que siempre te ayuda".
El discurso, que duró 19 minutos, fue interrumpido en varias ocasiones por los aplausos de un público que ya había recibido al mandatario con una ovación y coreando el eslogan de campaña de Cambiemos: "¡Si se puede!".
La Sociedad Rural fue el sector más beneficiado por el macrismo desde que asumió, junto a la minería y los bancos. Para los dueños del campo, Macri redujo cuando no eliminó retenciones a las exportaciones y liberó la venta al exterior de carnes, con lo cual se dispararon los precios en el mercado interno.
Al mismo tiempo, benefició a los empresarios que exportan con una devaluación superior al 50%. Las medidas del gobierno, como contrapartida para otro sector del campo, llevaron al extremo la crisis de la lechería, uno de los sectores del campo que no hallan salida.
Con Macri, fue casi todo su gabinete a la exposición de los dueños del campo, como así también su principal socio sindical: el Momo Venegas, secretario general de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores.
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