Este lunes en el TOF 1 de Mendoza continuó el juicio a ex jueces, militares y policías por complicidad y ejecución de delitos de lesa humanidad, con la última novedad del ex magistrado Otilio Romano en prisión domiciliaria. Al retomar las audiencias tras la feria, se espera que el fiscal Dante Vega y su equipo sigan con su alegato por los crímenes que quedaron registrados en expedientes judiciales.
En su acusación a los ex magistrados, y en particular hacia Romano, el fiscal Vega sostuvo que los "apremios ilegales" "no recibieron de parte de los magistrados intervinientes el ímpetu mostrado en otras actuaciones".
"Basta advertir la extensa lista de medidas que pudieron haberse ordenado y se omitieron, contándose, por ejemplo, con los nombres de varios de los funcionarios policiales que tomaron parte en los operativos de detención del 'grupo Rabanal' aportados por Sánchez Camargo, las posibles secuelas físicas que no fueron constatadas, etcétera, optando en cambio por ampararse en supuestas 'obvias' razones que impedían su demostración, que en verdad no aparecen como tales", valoró el fiscal Vega.
Entre otros elementos ignorados por Romano en la causa, Vega leyó el informe médico elaborado el 3 de marzo de 1976 en la penitenciaria provincial sobre Marcos Ibáñez: "lo encuentra en regular estado de nutrición (falta de alimento) y deshidratado (falta de agua en el cuerpo), lesiones en la frente y nariz con exposición de huesos propios, lesiones, hematomas y demás en el cuerpo. Producto de estas lesiones, se procede a efectuar un drenaje quirúrgico de un absceso (pus en tejidos externos) en el antebrazo izquierdo".
Decenas de casos similares fueron aportados por la Fiscalía contra Miret, Petra y Carrizo. La fiscalía documentó en las últimas audiencias cómo el rechazo sistemático de los Hábeas Corpus, acompañado de la omisión de investigar lo que en ellos se denunciaba constituyó un aporte significativo de la Justicia Federal al terrorismo de Estado.
Fuente: Fiscales/Juiciosmendoza.blogspot.com/Archivo Explícito