El exjugador de la Real Sociedad y el Aston Vila Dalian Atkinson murió cuando la policía inglesa le dio una descarga con una pistola eléctrica Taser, tal y como cuentan varios medios ingleses, como The Guardian.
Los hechos ocurrieron cerca de la casa del padre de Atkinson, y, según la versión oficial, en circunstancias en las que estaba en juego "la seguridad" de otra persona. Según las mismas fuentes, el exfutbolista murió una hora y media después de recibir el choque eléctrico.
La policía disparó contra Atkinson, de 48 años, a la 1.30 y no fue hasta 15 minutos más tarde cuando los agentes solicitaron asistencia sanitaria. Las autoridades han anunciado que van a abrir una investigación para aclarar los hechos. Las pistolas eléctricas de tipo Taser causan descargas de 50,000 voltios y están asociadas a -al menos- 10 muertes en la última década en Inglaterra y Gales.
El uso de estas armas suscita polémica y ha sido denunciado por Amnistía Internacional. En su informe 'Voltios sin control', la ONG denuncia que las Táser causaron 269 muertes en Estados Unidos entre 2001 y 2007.
La ONU y el Consejo de Europa también han advertido que estas pistolas no deben ser usadas en determinados supuestos, como por ejemplo en caso de que la persona esté intoxicada por alcohol o padezca una enfermedad mental.
Ambos organismos consideran también fundamental controlar el número de agentes con acceso a estas armas. Así, la ONU dice que las Taser "no se pueden distribuir de forma generalizada" y sólo recomienda su uso en "agentes debidamente formados".
El Consejo de Europa añade que las pistolas eléctricas tienen que estar en manos de agentes "seleccionados para ser resistentes al estrés" y no por su rango jerárquico.
Fuente: El Diario