Este sábado en el teatro Independencia se presentará la zarzuela La Verbena de la Paloma a las 21. La entrada tiene un valor de $100.
Participarán más de 50 artistas mendocinos integrantes del Coral de la Montaña Beatriz Guevara, el Coro de Niños de la Escuela Artística de Luján y la academia de danzas Elina Molina Estrella.
Se trata de una zarzuela con un gran despliegue escenográfico, música, canto y danza, escrita en 1894 por Ricardo de la Vega y Tomás Bretón.
La verbena consta de un solo acto, que era lo común en el teatro por horas, dividido en tres cuadros, siendo una zarzuela prototipo del género chico, de corta duración. Cada cuadro tiene decorado y escenificación diferentes, siendo el primero de duración más breve y el segundo más extenso, para llegar a un tercero extenso también, con la particularidad de que mientras en los dos primeros hay una gran abundancia de números musicales, en el último cuadro no hay ninguno salvo el final de la obra. En la obra aparecen personajes tan entrañables y recordados como don Hilarión, su amigo don Sebastián, la tía Antonia, las chulapas, el sereno, los guardias, el boticario y eltabernero. Todos estos personajes son muy característicos del viejo Madrid del siglo XIX.
La zarzuela es una forma de música teatral surgida en España, durante el siglo XVII y se distingue principalmente por contener partes instrumentales, partes vocales con solos, dúos y coros y partes habladas.
Entre sus referentes se cuentan algunos autores de altísimo renombre como Calderón de la Barca o Lope de Vega.
Ricardo de la Vega escribió el libreto de La verbena de la Paloma a partir de un hecho real que escuchó de labios del propio protagonista; el asunto le pareció interesante y no tuvo más que rodearlo de un ambiente que le fuera propicio y unos personajes que no desentonaran. En esa época, el escritor colaboraba en una revista llamada La Gran Vía, como tenía una letra mala y poco legible, muchas veces tenían que enviar al cajista para que le ayudara a descifrar ciertas palabras del escrito de turno, por lo que el joven empleado y el escritor ya se conocían de antiguo y habían entablado una cierta amistad.
En una de esas ocasiones, un 14 de agosto, Ricardo de la Vega notó que el cajista estaba mohíno y con aire preocupado así que le preguntó qué le pasaba. Y el cajista se sinceró con él: "He reñido con mi novia; la he visto junto con su hermana paseando en coche de caballos y dejándose alagar por un viejo verde. Mañana si nos encontramos en la verbena de la Paloma prometo armar un escándalo". De este modo la confidencia del joven cajista quedó grabada en la mente del escritor y dio origen al libreto de la zarzuela.