Este lunes se esperan los últimos alegatos y pedidos de condena del Movimiento Ecuménico de Derechos Humanos (MEDH) y de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, a través de su representante en Mendoza, Fernando Peñaloza, con lo cual concluirá en esta etapa del IV Megajuicio de lesa humanidad la intervención de las partes querellantes. Luego vendrán las semanas conrrespondientes a la defensa de los exjueces, exmilitares y expolicías acusados por crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura en Mendoza.
El último tramo de Diego Lavado, del MEDH, será sobre la causa Rabanal, un dibujante y militante montonero secuestrado el mediodía del 6 de febrero de 1976 en pleno centro mendocino. Su caso condensa los vejámenes a los que eran sometidos los presos políticos en un extendido circuito del terror: del D2 y la Penitenciaría a las cárceles de máxima seguridad de todo el país.
Este lunes, según anticipó a EXPLÍCITO, Peñaloza se centrará en tres causas: retomará Rabanal, seguirá por Ángeles Gutiérrez de Moyano -desaparecida desde el 20 de abril de 1977. Según testigos sus verdugos se ufanaban de los padecimientos de esta mujer, quien era jubilada docente y tenía 60 años cuando la secuestraron- y culminará con la causa de los Galamba, con la cual cerró su acusación Viviana Beigel el pasado martes.
La última semana de agosto estuvo signada por el pedido de perpetua para los exjueces Otilio Romano, Luis Miret, Max Petra y Rolando Carrizo por parte de la Fiscalía y otros ocho acusados, y por las solicitudes de perpetua también para los exdirectivos del Liceo Militar General Espejo y por los vejámenes cometidos en el D2 y en la Compañía de Comunicaciones 8.
Se pidió también perpetua para Paulino Furió por la supresión de identidad y falsedad ideológica en perjuicio de la primera nieta recuperada en Mendoza, Celina Manrique Terrera, y el secuestro y asesinato de sus padres, Laura Noemí Terrera y Alfredo Manrique.
Además, Diego Lavado abordó la causa del periodista Santiago Illa, por la cual pidió también perpetua para José Fuertes y para Carlos Tragant, ex directivos del Liceo Militar.
