Rostros, nombres y apellidos de jóvenes asesinados por la Policía de Mendoza fueros estampados junto a los de desaparecidos en democracia, entre ellos el del emblemático Julio López, como parte del cierre de un ciclo de cine realizado en el Espacio para la Memoria organizado por H.I.J.O.S. y el colectivo Ojo Izquierdo.
Familiares de Lucas Carrazco -hincha de la Lepra ultimado de un disparo en la cabeza en un operativo policial tras un partido- Tania Páez -atropellada junto a dos amigas por un sargento de la policía que conducía ebrio y a contramano- entre otros jóvenes que murieron en situaciones al menos confusas y en las que estuvieron implicados efectivos policiales, expusieron sus historias frente al público que asistió al cierre del ciclo Cicatrices.
Este viernes, precisamente, se proyectó la película documental Nunca digas nunca, que expone casos de violencia institucional, una de las distinciones por las cuales la Policía de Mendoza es mentada en todo el país, con casos como el de Sebastián Chandía, Sebastián Bordón, Cristian Guardati, Cristian Reyes, y otros que engrosan las páginas de la historia de abusos de las fuerzas de seguridad.
En Mendoza los casos de muertes por abusos policiales son una constante que en los últimos años recrudeció, según un informe del Observatorio de Violencia de Estado en Mendoza presentado en la Legislatura junto a familiares de víctimas de esos crímenes bajo el ala del Estado.
De los 217 casos que se registraron en Mendoza desde el retorno a de la democracia, sólo 8% de los autores de esos crímenes fue condenado, mientras que el 56% goza de distintas formas de impunidad como no imputación, sobreseimiento, absolución, archivo de causa o estar prófugo, indica el documento.
Informe Explícito: Gatillo Fácil, marca registrada de la Policía de Mendoza