Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña, los capos de la CGT, se reunieron con los funcionarios macristas Jorge Triaca, ministro de Trabajo, y Mario Quintana, vicejefe de Gabinete, para tratar de pactar una salida sin paro al conflicto salarial planteado por la pérdida del poder de compra de los trabajadores por el divorcio de la inflación con las paritarias.
El cónclave estaba anunciado con antelación en la sede del Ministerio de Trabajo, pero finalmente se trasladó a las instalaciones de un gremio, para evitar a la prensa, informó el portal del diario La Nación.
El matutino había adelantado la oferta oficial para tratar de convencer a los tres jefes cegetistas de que no hay necesidad de convocar a un paro a menos de un año de gestión del macrismo.
La oferta que elaboró el Gobierno incluye un bono de fin de año para aquellos que cobren planes sociales, jubilados y trabajadores con salarios bajos; la eximición de pago de Ganancias para el aguinaldo de diciembre (sería para los salarios de entre 40.000 y 45.000 pesos brutos); y la formalización de una convocatoria a una mesa de diálogo que incluya al Poder Ejecutivo, los gremios y los empresarios. También se anunciarían medidas asistenciales complementarias y podría haber un compromiso a elevar el mínimo no imponible de Ganancias antes del cierre de 2016.
Diversos voceros del gobierno han descalificado una posible convocatoria a un paro nacional porque "el diálogo esta abierto", pero un sector de la dirigencia cegetista presiona por una medida por considerar que es una pantalla el diálogo que asume el gobierno mientras gestiona a favor de los ricos. Pablo Moyano, de Camioneros, es uno de los abanderados del grupo que aparece más duro frente a Mauricio Macri. El primero en reclamar en este sentido fue el bancario Sergio Palazo, quien sin romper con la CGT asumió posturas más cercanas a las duras de las CTA.