El papa declaró santo al cura Brochero y otros seis beatos

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El papa Francisco "declaró y definió" santo a José Gabriel del Rosario Brochero, el cura Brochero, que en el siglo XIX recorrió en su mula distancias enormes para llevar a los más pobres el consuelo de Jesús. Junto a Brochero fueron nombrados santos otros seis nombres.

Los italianos son dos sacerdotes: Lodovico Pavoni de Brescia, fundador de la Congregación de los Hijos de María Inmaculada, y Alfonso Maria Fusco, de Salerno y fundador de la Congregación de las Monjas de San Juan Bautista. Otros dos nuevos santos son mártires: José Sánchez del Río, un niño de 14 años asesinado en 1928 durante la guerra cristera en México. Resistió a los que lo torturaban y se negó a renegar de su fe, y cuando fue hallado su cadáver se encontró un mensaje para su mamá: "Te prometo que en el Paraíso les guardaré un buen lugar a todos ustedes. Tu José muere en defensa de la fe católica y por amor de Cristo Rey y de la Virgen de Guadalupe". El otro fue asesinado en 1792, durante la Revolución francesa: fue el primer mártir lasallista: Salomone Leclercq. También entraron al santoral el español, de Palencia, Manuel González García, que falleció en 1940 y fundó la Unión Eucarística Reparadora y la Congregación de las Monjas Misioneras Eucarísticas de Nazaret, y la mística francesa Isabel de la Santísima Trinidad, Carmelita descalza que falleció en 1906 a los 26 años debido al morbo de Addison.

Fue este domingo a las 10.32 de Roma (5.32 de Argentina), junto a otros seis beatos y, siguiendo la fórmula de rigor en latín pidió "inscribirlos en el Libro de los Santos, estableciendo que en toda la Iglesia sean devotamente honrados como santos". Fue en una ceremonia que contó con la presencia en primera fila del presidente Mauricio Macri y su esposa Juliana Awada.

Los dos chicos en los que se constataron los milagros atribuidos a Brochero, Nicolás Flores y Camila Brusotti, también pudieron participar de la histórica ceremonia: él, ofreciendo el reliquiario del "cura gaucho" y ella saludando al papa Francisco junto a la postuladora de la causa de canonización, Silvia Correale frente a las 80.000 personas reunidas en la Plaza San Pedro, según estimó la Gendarmería vaticana.

"Los santos son hombres y mujeres que entran hasta el fondo del misterio de la oración. Hombres y mujeres que luchan con la oración, dejando al Espíritu Santo orar y luchar en ellos; luchan hasta el extremo, con todas sus fuerzas, y vencen, pero no solos: el Señor vence a través de ellos y con ellos", expresó el pontífice durante su homilía en la ceremonia en la que saludó a Macri y su mujer, que encabezaron una nutrida delegación argentina.

Luego de la entrada de Francisco en la Plaza apenas pasadas las 10 locales, la misa había iniciado con las palabras del cardenal Alberto Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, leyendo una breve biografía de cada uno de los nuevos santos, incluido Brochero.

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Durante la presentación de Brochero, Amato destacó que el nuevo santo "se empeñó principalmente en el anuncio del Evangelio y en la educación del pueblo" y "se esforzó intensamente para promover el desarrollo del territorio, promoviendo la construcción de iglesias, capillas, escuelas rurales y caminos".

Bajo un cielo despejado y con más de 20 grados de temperatura cuando Francisco oficializó al nuevo santo, una multitud llegada desde Argentina ocupó la parte central de la plaza con banderas y estampitas con la imagen del cura "que se puso la Patria al hombro", como se lo describió a Télam el obispo de Cruz del Eje, Santiago Olivera, quien fue uno de los concelebrantes de la histórica misa.

Entre los argentinos llegados especialmente para la canonización estaba también Fabiana Brochero, hija de un sobrino nieto del santo y que en medio de la alegría en la Plaza San Pedro mostró su "alegría" por la ceremonia.

"Es un honor estar en Roma, frente al Papa y con esta cantidad inmensa de gente que nos acompaña. Es un orgullo estar acá con los argentinos y estar todos identificados con la misma bandera", expresó.

Además del Presidente y la primera dama, durante la canonización también saludaron al pontífice la canciller Susana Malcorra, el gobernador de Córdoba Juan Schiaretti junto a su mujer, el ex gobernador José Manuel de la Sota y el embajador ante la Santa Sede Rogelio Pfirter.

También formaron parte de la delegación el secretario de Culto Santiago de Estrada, el subsecretario del área Alfredo Abriani, el vocero presidencial Iván Pavlovsky, el secretario de Asuntos Estratégicos Fulvio Pompeo, el secretario Legal y Técnico Pablo Clusellas y los ministros cordobeses del gabinete: Oscar Aguad de Comunicaciones y Gustavo Santos de Turismo.

También estuvo el ex gobernador de San Juan, José Luis Gioja.

Junto a Brochero fueron canonizados los beatos italianos Ludovico Pavoni y Alfonso Maria Fusco, el obispo español Manuel González García, los franceses Salomón Leclercq y Elisabeth de la Santísima Trinidad y el niño mártir mexicano José Sánchez del Río.

"Que el ejemplo y la intercesión de estos luminosos testimonios sostengan el esfuerzo de cada uno en sus respectivos ámbitos de trabajo y de servicio, por el bien de la Iglesia y de la comunidad civil", agregó Francisco en referencia a los nuevos santos en un breve Ángelus tras la canonización a la que también asistieron los cardenales argentinos Luis Héctor Villalba y Mario Poli.

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