Tras la postulación del juez José Valerio como juez de la Corte para remplazar a Herman Salvini, quien renunció la semana pasada, este lunes se presentó una demanda por violencia de género del magistrado por su posición "garantista" en beneficio de un hombre acusado de abusar de sus dos hijas, una "posición que no se puede aceptar cuando delante de los derechos del imputado, que él protege, se encuentran los derechos de dos menores de edad abusadas por su padre biológico", señaló la denunciante, Carolina Jacky, abogada especializada en temas de discriminación y género.
Formal demanda por violencia de género (Art. 20, Ley 26.485), se lee en la demanda presentada contra el candidato de Cornejo a la Corte "en contra de la revictimización realizada por incumplimiento a sus deberes de funcionarios públicos y por desbaratar el derecho de dos menores de edad a tener una vida sin violencia, hecho producido en el ámbito de la justicia y dentro de un proceso judicial, emanados de los integrantes de la excelentísima Cámara Segunda en lo Criminal de la Ciudad de Mendoza, doctores José Virgilio Valerio, Arlington Uliarte y Ramón Ariel Spektor y al Gobierno de la Provincia de Mendoza para que respondan por el daño moral provocado a mi mandante y a sus dos hijas menores de edad al someterlas por segunda vez a la cámara Gessel para que relaten como su padre biológico abuso de las mismas…”.
"Esta es la persona que el Señor Gobernador nos está proponiendo para la Corte, y que los Señores Senadores y Senadoras Provinciales deberán votar disciplinadamente para que ingrese a este Tribunal. Van a decir que el imputado en esta causa, el padre de las menores fue condenado como lo solicitaba la parte querellante, y con esto pretenden dejar a salvo su conciencia", remarcó la abogada.
"Hoy tenemos en nuestro poder un informe psicológico sobre la mayor de ellas que nos dice: 'Concluido el juicio penal a Diego Alberto Díaz, padre de la joven, ésta continua tratamiento, detectando regresión en la evolución… Se había, con anterioridad, construido un vínculo terapéutico importante, basado en el respeto y libertad personal, con procesos de insight que motiva la madurez y empoderamiento de su personalidad'", indicó Jacky en una columna publicada en Diario Extra.
Sobre la menor en cuestión, agrega el informe psicológico: “Se detecta en esta involución, acentuada desconfianza, bloqueo en la vinculación, surgiendo nuevamente fuertes sentimientos de baja autoestima, con altibajos emocionales. El motivo de esta sintomatología logra ser verbalizado y la joven expone como “sintió y repercutió” en ella la doble situación en Cámara Gessel.
Indica Jacky que la menor defendida, según las pericias, "no solo que se sintió violentada y exigida con la primera experiencia sino, al volver a repetir todas las preguntas y situación, por segunda vez, lo vive como que 'no se le cree' 'que los adultos esperan que ella cambie las respuestas y que nadie considera el dolor, vergüenza y traición que vuelve a sentir ante esta prueba. Se sintió tratada como un objeto sin ningún tipo de delicadeza o consideración de su situación.”
Finalmente la psicóloga concluye su dictamen: “Consideramos la vulnerabilidad y riesgo de esta joven de 14 años que debe superar situación traumática de parte de su progenitor y que además se ejerce sobre ella una presión importante con esta doble forma de evaluación”.