El juez José Valerio -candidato de Alfredo Cornejo a la Corte- ensayó una defensa a las impugnaciones en su contra en la audiencia pública este martes en el Senado, donde cerca de 80 oradores expusieron sus posturas, en su mayoría en repudio a su designación.
Arrancó con dos de los casos emblemáticos en los que se cuestiona su accionar como magistrado: el fallo por el asesinato del militante radical Alejo Hunau y el faltazo a una de las audiencias por el juicio del crimen de Lucas Carrazco, hincha de la Lepra ultimado por un policía, lo cual derivó en la vuelta a foja cero del proceso.
Una de las que impugnó a Valerio fue precisamente la madre de Alejo, Silvia Ontivero, quien lo tildo de homofóbico porque en uno de sus escritos detalló que Hunau poseía "una sexualidad desviada". La Segunda Cámara del Crimen, integrada por Valerio, Roberto Arlington Uliarte y Roberto Yanzón, dictó la falta de mérito del único sospecho del crimen, Diego Arduino. En el departamento de Hunau se hallaron muestras de ADN de Arduino que, insistió Ontivero, Valerio ignoró como juez.
Valerio aseguró que sus palabras fueron "descontextualizadas" y que no hizo más que "citar a quien en ese momento era su secretaria y que es actual decana (N. de la R: Claudia García)".
Poco antes de Valerio, Ontivero leyó el párrafo de la resolución en la cual la Cámara que integra Valerio "envió atrás todo lo actuado. Dice que 'la condición sexual desviada de la víctima, circunstancias que vendrían a menoscabar sobremanera la posibilidad de adjudicar el hecho a tal o cual persona relacionada con Hunau, lo que por cierto no corresponde a un prejuicio contra los homosexuales, sino a una simple relación matemática. Es claro que cuanto mayor sea la cantidad de personas que ingresaban a la casa de Hunau, más serían las personas con posibilidad de ejecutar el crimen, y consecuentemente menores las posibilidades de sindicar con razonable probabilidad a alguien determinado a mérito del sólo indicio de presencia".
Silvia Ontivero fustigó nuevamente a Valerio por el carácter homofóbico de sus fallos. Sentada a la izquierda, María Domínguez, Madre de Plaza de Mayo, quien también impugnó al juez. Foto: Prensa Senado.
Acerca de Lucas Carrazco -su madre, Viviana Espina, también milita en filas radicales- el juez dijo que faltó a la audiencia por prescripción médica, aunque a la tarde pudo ir a dar clases a la Facultad de Derecho porque no es una actividad estresante como sí lo era el juicio por gatillo fácil.
"Fui a un horario de consulta, no a dictar clases, porque los alumnos rendían esa semana y esperaban que el profesor fuera a responderles preguntas", intentó justificarse el juez.
En cuanto a su actuación en el caso Soledad Olivera, donde absolvió al acusado por su desaparición, Mariano Luque -tras lo cual hubo una gran manifestación en contra de todos los integrantes de la Segunda Cámara del Crimen-, señaló Valerio que adhirió a la resolución de la cámara presidida por Mateo Bermejo, a raíz de las contradicciones en el testimonio de la hermana de Johana Chacón.
"El doctor Bermejo fue el redactor de la sentencia, adherimos, estuvimos en el debate y compartimos sus conclusiones. Por supuesto, el doctor Mateo Bermejo pasó por este mismo Senado y se le dio acuerdo; nadie impugnó al autor de esta sentencia, pero a mí me la endilgan", se quejó.
"No nos olvidemos que uno de los testigos estrella es la hermana de Johana Chacón, que ha tenido dos o tres testimonios distintos, y no ha colaborado en nada. No nos hemos desentendido; le hemos invocado los tratados, las convenciones, la ley para que el Estado se haga cargo de esa investigación", cerró sobre este caso.
Ese fallo fue revocado posteriormente por la Corte, en un fallo con la firma de Mario Adaro, Omar Palermo y Herman Salvini, quienes consideraron que no se valoró correctamente las pruebas aportadas en el proceso.