Un final cabeza a cabeza viven Hillary Clinton y Donald Trump a seis días de las elecciones presidenciales del 8 de noviembre, según el último sondeo de AbcNews-Washington Post. Ambos reúnen el 46% de las intenciones de voto. El martes una encuesta realizada por ambos medios le daba una leve ventaja de un punto a Trump.
Este miércoles, el presidente de EEUU, Barack Obama, volvió a meterse en la campaña de la candidata demócrata Hillary Clinton al advertir a los votantes que el destino de Estados Unidos está en sus manos, al alentar el voto por la exsecretaria de Estado, que libra una virulenta carrera por la Casa Blanca contra Donald Trump.
"Cuando dije que el destino de la República está en vuestras manos, no estaba bromeando", agregó. "¡Rechacen el miedo! ¡Elijan la esperanza! ¡Voten!", arengó Obama un mitin en Chapel Hill, Carolina del Norte.
"Ustedes pueden elegir a la primera mujer presidenta (...), tienen la oportunidad de hacer historia", agregó.
Debilitada nuevamente por el caso de sus mensajes electrónicos, la candidata demócrata retomó la ofensiva y acusó a su rival republicano de haber "pasado su vida denigrando, degradando, insultando y agrediendo a las mujeres".
"Ha demostrado que no tiene el temperamento ni la calificación para ser presidente", lanzó quien, a los 69 años, podría convertirse en la primera mujer en ser presidente de Estados Unidos tras las elecciones del martes próximo.
Donald Trump, de 70 años, no se quedó atrás y sacó toda su artillería pesada. Clinton, dijo, amenaza con provocar una "tercera guerra mundial" si gana la elección.
La acusó de haber dejado ingresar a Estados Unidos "a los más peligrosos y violentos clandestinos" cuando estaba a la cabeza de la diplomacia norteamericana.
"No tiene sentido común, no tiene intuición", arremetió en un mitin en el estado clave de Florida.
Los asesores del republicano acusaron a Clinton de haber "puesto constantemente sus intereses (...) por encima de los de los estadounidenses".
Esta retórica terminó por sacar a Clinton de las casillas. El martes, durante un mitín en Florida, un manifestante exhibió una pancarta en la que acusaba a su marido, Bill Clinton, de ser un violador. La ex primera dama no pudo contener su ira.
"Ya tengo suficiente de estos comportamientos negativos, oscuros, divisivos y peligrosos de gente que apoya a Donald Trump", aseguró, augurando una difícil reconciliación entre los dos Estados Unidos que se enfrentan en esta elección.
Fuente: Ámbito