Hace 20 años, con 18 en su cuenta, debutó en la primera división de Boca el máximo ídolo reconocido en la actualidad por los fanáticos de la entidad de La Ribera: Juan Román Riquelme. Lo puso el entrenador Carlos Salvador Bilardo, en La Bombonera, como segundo enganche junto a Diego Fernando Latorre, entonces consagrado líder futbolístico del club.
El 10 de noviembre del '96, en el inicio del periodo de la reelección de Carlos Menem, el técnico campeón del Mundial 10 años antes mandó a la cancha contra Estudiantes de La Plata, la cuna del Narigón, al pibe que Boca le había comprado a Argentinos, que a su vez lo había absorbido del famoso Club Parque.
Años después, Riquelme contó que Bilardo le dijo que jugara de doble enganche. "A Latorre lo van a marcar todo el partido, vos desmarcate que tus compañeros te van a buscar todo el partido", instruyó el técnico según el futbolista, que usó el número 8 en la camiseta.
Riquelme hizo todo lo que Bilardo le pidió. La rompió. La Bombonera coreó al unísono el grito que se convertiría en himno mientras el pibe se consagraba ídolo del club: "¡Riquelme. Riquelme...!", bajó desde los cuatro costados en al menos tres oportunidades durante el cotejo.
"¿Yo figura? No sé... Todos los muchachos jugaron bien. Lo único que espero es que el técnico me vuelva a poner y yo responda del mismo modo", declaró al costado de la cancha después de aclarar que no era su primera vez en La Bombenera porque había jugado algún partido en inferiores.
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