El encuentro a tres entre PSOE, Podemos y Ciudadanos de cara un acuerdo de investidura terminó pasadas las siete de la tarde (hora local), después de dos horas y media de reunión. El cónclave arrancó pasadas las cuatro y media de la tarde, como estaba previsto, en la sala Lázaro Dou del Congreso, que recibe el nombre del diputado catalán que empezó presidiendo las Cortes de Cádiz. Pablo Iglesias, líder de Podemos, insistió en la conformación de un gobierno progresista "a la Valenciana" con el PSOE y otros grupos de izquierda de menor peso electoral, una estrategia que fue bloqueada por el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, con quien el PSOE hizo un pacto.
Pedro Sánchez, abanderado del PSOE, tiene acordó con Rivera no avanzar en ninguna alianza futura sin la comparecencia de ambas fuerzas en la colisión. Lo cierto es que el ala tradicional del PSOE aborrece a Podemos, que ha ocupado la mitad del espacio electoral que durante décadas fue cautivo del PSOE.
Fue la última puesta en escena de la oposición al PP en España para demostrar que está agotando las instancias para evitar la repetición de los comicios debido a la imposibilidad de conformar gobierno por parte de las dos fuerzas más votadas: el Partido Popular y el Partido Socialista Obrero Español. La irrupción de Podemos, tercera fuerza en las elecciones, y Ciudadanos, cuarta fuerza parlamentaria, cambió el tradicional esquema bipartidista con el que España había sorteado hasta ahora la instancia de no hallar acuerdo parlamentario para traducir los comicios en la elección de un presidente.
El vicesecretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, el primer portavoz de la reunión a tres de este viernes, consideró "imposible" que Podemos se sume al acuerdo entre su partido y los socialistas.
Villegas consideró que las propuestas que llevó Podemos a la reunión son "incompatibles" con el proyecto de su partido .
A su vez, el vicesecretario general de Ciudadanos defendió su pacto con el PSOE, opinando que "seguirá plenamente vigente mañana y la semana que viene", a pesar de que no ha conseguido sumar ningún nuevo apoyo desde el pasado debate de investidura.
Con la conformación parlamentaria definida en las elecciones del año pasado, las fuerzas políticas españolas no pudieron darle un gobierno al país. Por poco margen, el PP le ganó al PSOE en la pelea por el primer lugar, mientras Podemos aventajó a Ciudadanos por la tercera plaza. Entre las cuatro fuerzas reúnen los votos decisivos para designar a un presidente, no obstante, las alianzas poselectorales inviabilizaron cualquier acuerdo, por más que se han dado distintas instancias institucionales para conseguir un acuerdo de gobernabilidad.
El PP no suma ningún voto ajeno por lo que su líder Mariano Rajoy, presidente de España, desistió de plantear su reelección ante el Parlamento. A su turno, el PSOE llegó al Parlamento con un acuerdo con Ciudadanos, pero entre ambas fuerzas no reunieron los votos necesarios para la investidura. Podemos fue descartado como aliado en primera instancia por el PSOE, aunque la fuerza de Iglesias tenía peso parlamentario suficiente para darle la investidura. A cambio le había pedido la vicepresidencia del país.