600 mil dólares rebanan Boca y River de la millonaria torta que cocinan los dueños del fútbol del verano

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Los hinchas agotan las entradas de los superclásicos del verano días antes de cada juego.
Los hinchas agotan las entradas de los superclásicos del verano días antes de cada juego.

 

"Si tuviéramos dos estadios, los vendíamos". La frase parte desde la organización del torneo de verano, que este año se disputó casi todo en esta ciudad. Faltan pocos minutos para que Boca y River jueguen el primer superclásicodel año y las tribunas ya están repletas. Cerca de 40 mil personas se dejan la voz por sus colores; ya dejaron casi $10 millones en las boleterías. Como sucede desde hace 25 años, el campeonato es un éxito pese a las desventajas que entraña: sólo en los clásicos de La Plata y de Avellaneda los dos equipos jugaron con titulares, a los entrenadores los fastidia tener que interrumpir los trabajos físicos por un par de partidos y, encima, este año hubo un exceso de vehemencia, con al menos un expulsado en casi todos los encuentros.

"El gasto de la policía aumenta cada año, pero se compensa con el dinero que ingresa por la comercialización al exterior", explican en la organización del fútbol veraniego. Los parámetros del público se replican año tras año: Boca y River agotan todas las entradas disponibles;Racing e Independiente garantizan cubrir los costos (salvo cuando juegan entre sí, como el domingo a la noche, que el estadio José María Minella lució casi colmado) y Vélez yEstudiantes suelen ser los que menos gente traen. El torneo es, también, un alivio para las tesorerías de los clubes participantes. River y Boca embolsaron US$600 mil cada uno por los cuatro partidos disputados, a razón de 150 mil de la moneda norteamericana cada noventa minutos de fútbol. En el caso de los Millonarios, los libros contables no registraron ningún ingreso de dinero fresco: el importe correspondiente a sus participaciones hasta 2016 se cobró por adelantado durante la gestión de Daniel Passarella. "Es poco dinero para un superclásico, en el que se facturan millones, pero mucho para, por ejemplo, un partido con Estudiantes. De esa manera, se compensa", explican en las oficinas del estadio Monumental.

¿Qué opinan los técnicos? "Los partidos de verano son un escollo en la preparación. Se juega muy seguido y en el medio de la pretemporada", explican en el cuerpo técnico de Boca. El equipo xeneize vivió un verano particular: preparó dos equipos, de la cabeza a los pies. Uno, el titular, para jugar con Vélez el partido repechaje, que tuvo en juego la clasificación a la fase de grupos de la Copa Libertadores. El otro, el muletto, para disputar el resto de los partidos. El método terminó siendo efectivo y Boca se recuperó del cachetazo que le propinó Racing con la goleada 4-1 en el debut veraniego.

El torneo de verano también entraña sus riesgos. A algunos entrenadores, el contacto directo con los hinchas los expuso, en medio de la preparación y la génesis de equipos completamente nuevos. Es el caso de Jorge Almirón, a quien los simpatizantes de Independiente dedicaron algunos insultos luego de la derrota con Racing. Incluso llegaron a ponerse del lado del ídolo,Daniel Montenegro, separado del plantel por decisión del entrenador. El anonimato de la pretemporada en el country Mapuche blindaba a Almirón; el mal desempeño de sus jugadores ante miles de hinchas expuso las limitaciones de un equipo que, evidentemente, todavía está en formación.

Con televisación para todo el país y un estadio que siempre tuvo, al menos, la mitad de sus asientos ocupados, el fútbol en el mar es la oportunidad perfecta para que los hinchas de Mar del Plata y su zona de influencia aprovechen para ver a sus ídolos en vivo. Es común ver en el club Kimberley y en la liga marplatense (donde se venden los tickets) a hinchas llegados de General Madariaga, Miramar, Necochea y otras localidades bonaerenses para cuyos fanáticos el fútbol estival representa la única oportunidad en el año de tener cerca a los futbolistas de River, Boca, Independiente o Racing. La llegada de Aldosivi, de Mar del Plata, a primera división hará que ese suceso, antes esporádico, se convierta en algo más habitual.

En este contexto, el hecho de que sólo dos partidos hayan sido protagonizados por los titulares de ambos equipos (Estudiantes vs. Gimnasia, el clásico platense; Independiente vs. Racing, el derbi de Avellaneda) queda relegado a un segundo plano. Puede que muchos se hayan quedado con las ganas de ver más seguido a Leonardo Pisculichi (River) o Fernando Gago (Boca), entre otros, pero en el fondo entienden la decisión de los entrenadores de preservar a sus mejores hombres. Sobre todo, cuando recién están acomodando sus músculos luego de las vacaciones.

Fuente: Cancha Llena

 

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