En marzo, el papa Francisco había sentado las bases para la aceptación o no de donaciones de parte de las organizaciones ligadas a la Iglesia.
El caso utópico planteado por Francisco entonces se materializó en los últimos días con una orden del jefe de la Iglesia contra una donación del gobierno de Mauricio Macri de más de 16 millones de pesos a la fundación pontificia Scholas Occurrentes.
"Algunos benefactores de la Iglesia vienen con donativos, pero estos donativos son el fruto de tener mucha gente explotada, esclavizada o mal pagada", criticó Francisco durante la audiencia general de los días miércoles en la Plaza San Pedro, ante unos 20 mil fieles, en marzo.
"Yo les diría: ¡Por favor, llévense esos cheques! ¡Quémenlos!. La Iglesia no tiene necesidad de dinero sucio, sino de corazones abiertos a la misericordia de Dios", agregó el pontífice.