Los residentes médicos, la famosa primera línea en el combate de la pandemia, sienten que sostuvieron con su cuerpo y su trabajo las medidas aperturistas de Rodolfo Suarez. Y que el gobierno les dio la espalda al no darles ningún tipo de recomposición salarial en 2020, cerrar la paritaria 2021 sin diálogo -más allá de lo formal- y con un aumento por decreto de sólo 9% más sumas en negro.
Así lo manifestaron en el inicio de la huelga de dos días en la explanada de Casa de Gobierno -donde junto a sus colegas de hospitales y centros de salud se manifestaron este jueves- con reclamos por un aumento salarial que les permita saltar la línea de pobreza y, al menos, empardarle a la inflación.
La huelga es en reclamo de una recomposición salarial de, al menos, 45% y abarca al personal de planta de hospitales y centros de salud de toda la provincia, además de contratados, prestadores, becarios, residentes y toda modalidad que reúna a trabajadores de la salud de la provincia.
"El gobierno nunca cerró 100%, los que bancaron que Mendoza siguiera siendo productiva fueron los trabajadores del sector salud, que se tuvo que bancar los casos y el aumento de la demanda sin que se cerrara la provincia", explicaron los residentes.
Históricamente, recordaron, han sido la mano de obra barata del hospital. Tal como explican desde que se organizaron en asamblea, fue con los residentes que Ana María Nadal cubrió los baches y la demanda en la pandemia.
Ya en abril el gremio que los agrupa, AMPROS, había denunciado que el ejecutivo usaba residentes médicos para cubrir terapias intensivas, y lo propio hicieron residentes del Hospital Schestakow, que denunciaron la situación ante el temor de verse expuestos por la complejidad de los cuadros respiratorios derivados de la COVID-19.