El integrante del triunvirato que lidera la CGT y secretario general de Camioneros, Pablo Moyano, finalmente decidió dar marcha atrás y mantenerse en la central obrera al justificar que hacerlo "sería una irresponsabilidad".
Los sindicatos que integran el Frente Sindical decidieron quedarse en la CGT y lograron contener a Moyano para que también se quede ocupando su lugar en la conducción de la principal central del movimiento obrero organizado.
El dirigente camionero había anunciado su salida de forma intempestiva, traccionado por los chispazos frecuentes entre los las tres partes y dejó al resto de los líderes cercanos a Moyano en alerta.
Moyano tomó la decisión luego de que lo excluyeran intencionalmente del encuentro en el que una comitiva de Azopardo discutió política económica y salarial, anoche, con el Presidente Alberto Fernández.
Sin embargo, la falta de consulta generó cierto grado de malestar entre los sindicalistas del Frente. Creen que la decisión apresurada no aportó en la búsqueda de soluciones y que hay que tener un horizonte algo más previsible. Las quejas llegaron hasta los oídos de Hugo Moyano.
Tras el descargo, todos conservarán sus lugares en el Consejo Directivo de la CGT y Pablo, atento a los pedidos, continuará en la conducción, representando a Camioneros.
Lo que queda en evidencia es que la voluntad de sostener la unidad «hasta que duela» está pero más de uno está evaluando en un plan B donde reagrupar fuerzas porque la CGT, así como está, no da garantías ni siquiera de continuidad y los enemigos del movimiento obrero esperan al acecho.